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RENATA CHAPA

Las polimillonarias

¿Cuánto vale una mujer para un partido político en tiempos de campañas? ¿En un puesto de elección popular? ¿En la mesa de negociaciones municipales? ¿En la palestra del Congreso Estatal? ¿Al tomar la palabra en el Congreso de la Unión? ¿Hasta dónde ha llegado y podría llegar una mujer dentro del ámbito político mexicano?

Aquí cabe una pregunta aparte. Una que rastrea directo en nuestros perfiles ciudadanos y en nuestros bolsillos: ¿sabíamos que, por mandato de ley, existe un dinero etiquetado (es decir, que sólo puede ser utilizado para un fin previamente establecido) y que se considera "prioritario como una medida para garantizar la incorporación de las mujeres en la toma de decisiones y en las estructuras de poder" político? Ese dinero etiquetado y prioritario debe ser del 3% del presupuesto de cada uno de los partidos. Es decir, estamos hablando de más o menos de unos quince, veinte, treinta millones de pesos si pensamos en los tres partidos más adinerados (PRI, PAN y PRD). Y conforme lo dicta la Ley, esas decenas de millones de pesos tienen que ser invertidos, en un 3% por parte de cada partido, en "capacitación, difusión y divulgación, y publicaciones" que robustezcan el "perfil de liderazgo y el empoderamiento de las candidatas y su relación con la capacitación política". ¿Usted, ciudadano mexicano, estaba enterado de estos datos? Ahora que los ha leído, ¿percibe una relación congruente, lógica, honesta, constructiva entre los millones referidos y las voces de mujeres candidatas y funcionarias públicas? ¿Qué tanta atención ha puesto en ellas? ¿Las ha interesado escucharlas? ¿Conoce sus narrativas discursivas? ¿Sabe cuáles son sus otras trayectorias, además de la política?

Las citas textuales arriba incluidas fueron tomadas del libro "Mujeres en campaña. Capacitación y empoderamiento de las candidaturas femeninas en la elección de 2015 en el estado de Guanajuato", editado por el Instituto Electoral del Estado de Guanajuato, el Instituto Nacional Electoral y la Asociación Civil "Servicios en Educación, Cultura y Arte". La publicación de "Mujeres en campaña" fue posible, primero, por las investigaciones sobre todo de corte cualitativo realizadas por la doctora en ciencias sociales por El Colegio Mexiquense, María del Rosario Varela Zúñiga. Y, en segundo término, por la evaluación favorable de los tres dictaminadores académicos formales requeridos para dar luz verde pública a la edición.

"Mujeres en campaña" no fue pensado como un libro desde un inicio. Los trabajos de investigación de la doctora Varela Zúñiga, encomendados como una especie de sondeo de los destinos del 3% de los presupuestos de los partidos políticos para empoderar a mujeres que aceptaban contender por un puesto político, dieron con una cantidad y calidad de datos que fue evidente la necesidad, la suprema urgencia, de presentarlo como un texto bien plantado, de clara redacción, recomendado con mayúsculas ante la endeble formación ciudadana de millones de mexicanos y el enrarecido ambiente que envuelve la toma de decisiones desde las cúpulas de las administraciones públicas nacional, estatales y municipales.

Varios de los problemas evidenciados en "Mujeres en campaña" tienen que ver, por citar dos ejemplos contundentes, tanto con inadmisibles errores de redacción y de lectura comprensiva por parte de funcionarios públicos en cabal ejercicio de responsabilidades, así como con otros casos donde la simulación, la corrupción y el autoritarismo patriarcal retratan un escenario político donde hombres y mujeres, mujeres y hombres, en lastimeras complicidades, vulneran la calidad de vida en lo individual y en lo colectivo.

Capítulos delante son presentadas entrevistas a mujeres candidatas a distintos cargos públicos. Sus opiniones también demandan una lectura concienzuda, detenida, con lentes críticos. Finalmente, es puesto a discusión el manejo de la información sobre mujeres candidatas en una muestra de periódicos guanajuatenses. Los resultados cuantitativos y cualitativos, sin tanto problema, evidencian un interés menor en las actividades de las candidatas, amén de las adjetivaciones expresadas sobre los procederes de ellas conforme a la visión masculinizada del redactor de las notas.

Son políticamente millonarias las razones para considerar a la mujer dentro de la jugada del ámbito político y, de igual manera, son polimillonarias las justificaciones para excluirla de maneras implícitas y explícitas. La impresión de libros como "Mujeres en campaña" abre los ojos del criterio para conocer los reglamentos y leyes que nos abrazan, así como el destino del recurso económico público, nuestro recurso, y el tipo de productos y servicios financiados con él en aras del empoderamiento de las mujeres políticas no sólo en Guanajuato, sino en el resto del país. El desconocimiento de estos escenarios de política y ciudadanía en juego se vuelven terreno fértil para la incompetencia y corruptelas donde todo mexicano llevamos a cuestas nuestra corresponsabilidad. De ahí, entonces, que sea motivo de reconocimiento, admiración y gratitud, y de una cabal lectura, el trabajo de una mujer, la catedrática Rosario Varela, a favor de otras mujeres y de nuestra convivencia política en equidad, empoderadas, junto con los hombres.

Los hallazgos y triangulaciones de datos que la autora evidencia en los cinco capítulos de su trabajo académico son meritorios de una difusión nacional de alto impacto. No llevarlo a cabo, dejar el libro cerrado, sería un lamentable desperdicio. Compartamos de una manera crítica su lectura. Hoy, especialmente, Día Internacional del Libro, y en un país, en una comunidad como la nuestra.

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