Familiares de policías militares de Río de Janeiro iniciaron una protesta para paralizar las patrullas en el estado, hasta que se negocien mejores condiciones laborales, mientras crece el temor de que se repita el caos de Espíritu Santo, donde más de 120 personas murieron en una semana de paro policial.
Las esposas de los policías militares acamparon en los accesos de 27 de los 100 batallones de la policía militar.