Denuncia. Itatí Leguizamón dijo que fue agredida por familiares de otros marineros, por una entrevista que dio a la televisión. (EFE)
Familiares de los 44 tripulantes del submarino argentino ARA San Juan vivieron momentos de tensión por discrepar sobre si hay o no supervivientes al cumplirse doce días sin rastros del sumergible perdido en el mar Argentino, que es intensamente buscado con la cooperación de varios países. El entredicho entre los propios familiares se registró dentro de la base naval de Mar del Plata (400 kilómetros al sur de Buenos Aires), donde permanecen a la espera de alguna novedad del submarino, que se dirigía a ese puerto cuando se reportó por última vez, en la mañana del pasado día 15.
El incidente se suscitó cuando Itatí Leguizamón, mujer de uno de los 44 tripulantes, fue agredida por familiares de otros marineros después de que ella diera por hecho en televisión que los submarinistas "están muertos". "Se sintieron ofendidos porque yo estoy afirmando que están muertos, algo que a ellos les siguen alimentando que no, que están bien y vivos", expresó Itatí Leguizamón, esposa del radarista Germán Oscar Suárez, en declaraciones a la prensa.
La mujer relató que al intentar entrar en la base hoy, para conocer las últimas novedades en el operativo de búsqueda, "varias personas" la insultaron, le dijeron que se fuera y hasta intentaron pegarle.
"Si ellos no lo quieren aceptar es su problema. Cada cual acepta lo que quiere", sostuvo la mujer sobre los otros familiares, quienes reciben ayuda psicológica y asistencia médica permanente dentro de la base. Entre los familiares esperanzados con volver a tener a sus seres queridos de vuelta se encuentra Marta Vallejos, hermana de un sonarista, que cumplió su primer día de ayuno.