Expertos en derecho constitucional y activistas consideraron que la decisión de despedir a Comey puede sentar las bases para un juicio de impugnación en su contra que termine con su destitución. (AP)
Los presuntos vínculos del equipo de campaña de Donald Trump con el gobierno de Rusia y el fulminante despido del director del FBI que pretendía ampliar la investigación de ese caso, han puesto a temblar la silla del presidente de Estados Unidos.
Según el diario español El País, tras el despido fulminante, el Senado ha tomado las riendas de la investigación de la trama rusa. El Comité de Inteligencia llamó a declarar a puerta cerrada al cesado James Comey y exigió al antiguo consejero de Seguridad Nacional, Michael Flynn, que entregue todos los documentos que le vinculen con Rusia.
Por su parte, el director interino del FBI, Andrew McCabe destruyó las explicaciones de la Casa Blanca sobre la destitución del director James Comey ante una audiencia en el Senado.
Tras la medida sorpresiva de Trump, la Casa Blanca dijo que Comey había perdido la confianza de los agentes y de la opinión pública en general.
"Eso no es cierto", dijo McCabe en respuesta a la pregunta de un senador. "También puedo decirle que el director Comey gozaba de amplio apoyo dentro del FBI y lo goza aún hoy".
Expertos en derecho constitucional y activistas consideraron que la decisión de despedir a Comey puede sentar las bases para un juicio de impugnación en su contra que termine con su destitución.