MANTELES DE PLÁSTICO Y FRANELA
Los manteles de vinil que tienen una capa de franela por el revés se arrugan mucho al doblarse. Felizmente no es difícil quitarles las arrugas. Vea lo que se hace para ello. Ponga el mantel en su tabla o mesa de plancha con el lado de franela hacia arriba. Humedézcalo ligeramente y plánchelo con calor tibio. Las arrugas desaparecerán como por arte de magia.
PARA ACOMODAR EL AUTO EN LA COCHERA
Si le es difícil acomodar su auto en la cochera por el espacio tan reducido del que dispone o porque hay que tener cuidado de no averiar las bicicletas, la podadora de pasto o alguna otra cosa que tenga que estar almacenada ahí, recurra a este pequeño truco. Coloque lo que acostumbre guardar en la cochera en su respectivo lugar y luego acomode el carro convenientemente, de manera que no estorbe para cerrar la puerta ni haya riesgo de tirar lo que ha puesto ahí. Enseguida, busque una pelotita, un corcho grande o algo similar y suspéndalo de un hilo que alcance hasta el techo de la cochera. Fije ahora el cordón en el techo de modo que la pelota o el objeto usado toquen el parabrisas del auto directamente frente a la cara del chofer, que no tendrá sino que alinearlo, avanzar y detenerse cuando la pelota toque el parabrisas.
AMORTIGÜE EL RUIDO
Si sus hijos ponen la música a todo volumen, mejor busque la forma de amortiguar el sonido, pues es inútil pedirles que lo reduzcan. Si la habitación donde la escuchan no está alfombrada de pared a pared, procure acondicionarla en esta forma, si sus recursos lo permiten. No se requiere un alfombrado costoso, basta con que sea grueso, lo que siempre se puede lograr con la instalación del bajo alfombra. El ruido se modificará en forma considerable, pero si no es suficiente, todavía puede poner tapiz de tela en las paredes, o por lo menos, en la que quede detrás de los aparatos. Cuando la puerta esté cerrada, la gente joven podrá disfrutar de la música a su gusto sin molestar al resto de la familia.
PARA QUITAR DIMINUTOS HILOS
Se hace muy difícil desprender de la tela los hilos pequeños que quedan en ella después de haber desbaratado una costura o bordado. Tanto las manos como los ojos se cansan después de unos minutos de lucha. Sin embargo, es casi increíble lo fácil que es desprenderlos de la tela si se usan las pinzas con que se depilan las cejas, especialmente si son de tipo tijera.
