Posiblemente la junta de presidentes programada para el 17 de febrero sea la más importante en la historia de la Liga Mexicana desde aquel 1952 cuando Jorge Pasquel dejó el circuito y los demás directivos pudieron sacar a flote la nave beisbolera bajo la presidencia de Eduardo Quijano Pitman, quien merece un mayor reconocimiento del que se le ha dado en la historia que ya lleva más de 90 años de acción en los diamantes. Hasta ahora la Liga Mexicana ha podido salir adelante contra viento y marea por lo que se desea y espera que para la próxima asamblea haya esa unidad que ha faltado en las últimas reuniones.
Una cosa es seguro y ya fue declarada por él mismo, Plinio Escalante ya no es el presidente de la Liga Mexicana y una de las próximas tareas será el buscar quien ocupe su lugar que tuvo desde el 2007. De la gente del Beisbol de los tiempos pasados se puede pensar solamente en José Luis Gutiérrez, ya que los demás están al frente de equipos del circuito, y en Néstor Alba Brito, quien se conoce al dedillo el circuito al estar de brazo derecho de todos los presidentes desde Pedro Treto Cisneros en 1981. O bien podría surgir alguna persona que no haya estado conectada con la liga pero que pueda hacer el trabajo. Sin embargo desde la salida de Pedro Treto Cisneros no se tuvieron buenas experiencias con los presidentes que se tuvieron y que no eran conocidos por haber estado en la liga hasta que llegó Plinio Escalante que era de la vieja guardia y se mantuvo al frente por varios años haciendo muy buen trabajo.
Sin embargo la prioridad de un nuevo presidente no parece ser tan importante como el solucionar la división que existe actualmente entre los 15 equipos que quedan ya que los Broncos de Reynosa quebraron hace un año y el equipo quedó en manos de la liga.
El pasado diciembre se pasó un boletín en el que se aprobaban nueve jugadores de doble nacionalidad, "mexicanos" nacidos en Estados Unidos que era una exageración de mal gusto, pero en la siguiente junta que hubo en México hubo una nueva votación y el número de esta clase de jugadores se redujo a tres. La votación fue de ocho votos contra siete en favor de reducir el número de pochos que en nueve era una cifra por demás insultante. Se espera sin embargo que en la junta del 17 de febrero se logre esa unión que hace falta y se llegue a un acuerdo en este tema. La llegada del "lobo feroz" Trump a la Casa Blanca podría cambiar la manera de pensar de los siete ya que los jugadores de doble nacionalidad cobran en dólares. Aun con un arreglo de las dos partes que es lo que se desea, la próxima temporada se va a jugar con 14 equipos al desaparecer Reynosa y habrá que ver cuál de los 15 equipos restantes se toma un año sabático para regresar en el 2018 si es que hay otras personas interesadas en tomar una nueva franquicia. Se espera que ya en la próxima asamblea los que hayan perdido la votación acepten la nueva reglamentación de los ganadores y se pueda dar vuelta a una página difícil para todos. Después de todo dicen bien que la unión hace la fuerza.