Defensa. Natalia Veselnitskaya aceptó que vio a Trump Jr., pero negó tener datos contra Hillary.
La trama de colusión entre la campaña de Donald Trump y Rusia para influir en los resultados de las elecciones era puro rumor, especulación sin pruebas, hasta ayer martes.
Fue el hijo mayor del magnate, Donald Trump Junior, el que se encargó de aportar la primera prueba de la posible colusión con el Kremlin para derrotar a Hillary Clinton al lanzar a la opinión pública una serie de correos electrónicos -en parte para evitar que el diario "The New York Times" los publicara en exclusiva- que confirman no sólo que se le ofreció ayuda directa de allegados al gobierno del presidente ruso, Vladimir Putin, para favorecer a la campaña de su padre, sino que aceptó de buena gana.
En ellos se leía la voluntad de una "abogada del gobierno ruso" de "entregar a la campaña de Trump documentos e información oficial que podría incriminar a Hillary" y que "podría ser muy útil" para el magnate, "información confidencial y de muy alto nivel, parte del apoyo de Rusia y de su Gobierno".
La oferta del Kremlin para conspirar estaba hecha. En lugar de avisar a los servicios de inteligencia del país para denunciar el intento de injerencia, Donald Jr., se prestó a la colusión. "Si es lo que dices, me encanta. Especialmente para más adelante, en el verano", respondió, según los mensajes.
Seis días después de ese primer contacto se reunía con una abogada rusa en la Torre Trump, acompañado de su cuñado Jared Kushner y el jefe de campaña, Paul Manafort, hecho que destapó "The New York Times" y que, cada día que pasaba, desestabilizaba un castillo de naipes que terminó por caer de forma estrepitosa.
Del encuentro no habría salido nada interesante -la abogada aseguró en una entrevista a NBC que nunca tuvo información de Clinton y que no era una enviada del Kremlin- pero la confesión del hijo de Trump podría ser el primer paso para incriminarle. En una entrevista con la cadena Fox, Trump Jr. describió la reunión como "un nada", de la que no se hubiera acordado si no hubiera salido en la prensa. A pesar de eso dijo que, de saber las consecuencias, "habría hecho las cosas de otra forma".
La defensa del presidente hacia su hijo fue más bien tibia. "Es una persona de alta calidad y aplaudo su transparencia", resumió Trump en un comunicado, leído por la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee.
La coraza alrededor del magnate es total para evitar que se vea afectado. Según todas las versiones, él nunca supo nada de la reunión. "No había nada que decirle", resumió su hijo.
Los legisladores demócratas redoblaron sus esfuerzos en el Rusiagate. El senador Mark Warner aseguró que existe un "patrón" entre los allegados de Trump de negar cualquier contacto con los rusos "hasta que aparece la verdad". Todos pidieron que se convoque de urgencia al primogénito de los Trump para que declare ante los comités pertinentes en sesión abierta y bajo juramento. Incluso, el excandidato a vicepresidente Tim Kaine opinó que las acciones del hijo del presidente sobrepasan la "obstrucción de justicia" y se acercan al "perjurio" o a la "traición".
Los republicanos, por su parte, intentaron quitar importancia al asunto.
DONALD TRUMP JR.
La pieza faltante en el caso
El hijo del presidente era la pieza que faltaba. Hasta ayer martes, las preguntas sobre si la campaña de Donald Trump se había coludido con Rusia se habían enfocado principalmente en revelaciones de fuentes anónimas y conexiones sospechosas que podrían resultar tan sólo en notables coincidencias. Había mucho humo, pero nada de fuego.
De repente, apareció el hijo del presidente aceptando gustoso un encuentro con una supuesta abogada del gobierno ruso que le prometió información que perjudicaría a la demócrata Hillary Clinton. El tipo de coordinación con Rusia que Trump ha rechazado desde hace tanto tiempo es la misma que coordinación que acogió su primogénito, según parecen mostrar los correos electrónicos.
"Si se trata de lo que dices, me encantaría", escribió Donald Trump Jr., en un correo electrónico de junio de 2016 a un publicista musical que actuó como intermediario con la abogada rusa.
En las cuatro páginas de emails publicados ayer martes, Trump Jr. también se mostró tranquilo cuando su allegado declaró que la información "es parte del respaldo de Rusia y su gobierno al señor Trump". El encuentro se realizó días después en la Torre Trump de Nueva York.
No queda claro si la reunión viola las leyes electorales que prohíben a las campañas recibir "cualquier cosa de valor" por parte de extranjeros. Tampoco deja en claro si hubo una cooperación más extensa entre el equipo de Trump y el gobierno ruso. Responder esas preguntas será labor del fiscal especial Robert Mueller y de los investigadores del Congreso, y es posible que la respuesta no se conozca durante meses, e incluso años.
Pero el sorprendente intercambio de correos electrónicos de inmediato avala la legitimidad de esas investigaciones, y socava los esfuerzos de Trump para descartar las pesquisas, las cuales ha calificado de "farsas" y "cacería de brujas" comandada por los demócratas.
Asegura que no informó a su padre de reunión
El hijo mayor del presidente de Estados Unidos, Donald Trump Jr., aseguró ayer que no le contó a su padre sobre la reunión que mantuvo durante la campaña electoral del año pasado con una abogada rusa que supuestamente tenía información dañina contra la excandidata Hillary Clinton.
"No había nada que contar. Fue una total pérdida de 20 minutos, lo cual fue una pena", dijo Trump Jr. en una entrevista con la cadena Fox News, en la que añadió que ni se acordaba de la reunión hasta que el periódico The New York Times informó de ella este fin de semana.
En las primeras declaraciones de Trump Jr., desde que estalló el escándalo, también confesó que visto "en retrospectiva", hubiese hecho las cosas "algo diferente".
"Para mí, esto era investigar a la oposición", justificó el hijo del presidente, que dijo que tenía la esperanza de que la abogada tuviese "pruebas tangibles" sobre los "escándalos" de Clinton que, en su opinión, la prensa no había recogido "durante años".
Insistió, sin embargo, que la reunión "no llevó a ninguna parte".
Hoy, Trump Jr. divulgó en su Twitter los correos divulgó estos correos para ser, en sus palabras, "totalmente transparente" sobre cómo y por qué se gestó su encuentro con Veselnitskaya, celebrado el 9 de junio de 2016 en la Torre Trump de Manhattan.
En uno de esos correos, Rob Goldstone, el publicista que preparó la reunión con Veselnitskaya, advierte a Donald Trump Jr., de que iba a recibir "algunos documentos oficiales e información que podrían incriminar a Hillary (Clinton) y sus relaciones con Rusia", y que serían "muy útiles" para su padre.