Llegada. La ministra de Relaciones Exteriores, Kang Kyung-wha, les dio la bienvenida. (EFE)
El presidente de EU, Donald Trump, aterrizó ayer en Corea del Sur para iniciar una visita de dos días, en la que supone la segunda parada de su gira asiática y en la que la amenaza norcoreana y las relaciones comerciales bilaterales coparán la agenda.
El Air Force One aterrizó en torno a las 12.18 hora local en la base aérea de Osan (64 kilómetros al sur de Seúl), donde el presidente y la primera dama, Melania Trump, han sido recibidos por la canciller surcoreana, Kang Kyung-wha.
A continuación, y en compañía del Secretario de Estado de EU, Rex Tillerson, y el comandante de las fuerzas estadounidenses en Corea del Sur, Vincent Brooks, Trump se ha subido en un helicóptero que ha despegado rumbo al cercano acuartelamiento de Camp Humphreys, donde almorzará con las tropas y visitará las instalaciones. El presidente estadounidense se desplazará después a Seúl para reunirse en la Casa Azul (la residencia presidencial) con su homólogo Moon Jae-in en un encuentro marcado por la crisis con el régimen norcoreano y sus repetidos ensayos armamentísticos.
La llegada de Trump, que supone la primera visita de Estado de un presidente de EU a Corea del Sur en 25 años, ha obligado a las autoridades surcoreanas a desplegar un importante dispositivo de seguridad.