Los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump y de la Federación de Rusia, Vladimir Putin, decidieron ayer dialogar y dejar de lado sus recientes diferencias por el conflicto en Siria, las cuales elevaron peligrosaemnete la tensión entre las dos mayores potencias militares y nucleares del mundo.
Los mandatarios acordaron reunirse en julio en el marco de la cumbre del G20 de Hamburgo, durante una llamada telefónica en la que decidieron coordinarse contra el terrorismo y buscar soluciones al conflicto sirio y la amenaza norcoreana.
La Casa Blanca calificó la llamada como "una buena" conversación y dijo que los mandatarios acordaron tratar de realizar en julio su primera reunión en persona, en el marco de una cumbre internacional en Alemania.
Es la primera vez que Trump y Putin hablan desde que Estados Unidos lanzó misiles contra una base aérea en Siria, ataque que enfureció a Rusia, uno de los mayores patrocinadores del gobierno sirio.
La acción militar estadounidense ocasionó nuevas tensiones entre Washington y Moscú, y una fuerte condena de funcionarios de Estados Unidos por el continuo apoyo de Putin al presidente sirio Bashar Assad.
Pero los mandatarios parecieron avanzar de nuevo hacia una cooperación más cercana luego de la llamada telefónica.
El Kremlin dijo que Trump y Putin acordaron redoblar los esfuerzos diplomáticos para resolver la guerra civil siria, la cual ha ocasionado la muerte de cientos de miles de personas y el desplazamiento de millones más.
[INTERNACIONAL 10A]