Línea. En el interior existen líneas más nítidas y una línea de cintura alta. (ARCHIVO)
Aston Martin ha redefinido el modelo Vantage en su versión 2018 al dotarlo de un diseño que lo hace muy similar al Aston Martin DB10 de James Bond en Spectre, además de que tendrá un sofisticado motor y características que lo hacen único en los deportivos desarrollados en la actualidad.
El nuevo Aston Martin Vantage está impulsado por un V8 biturbo de 4.0 litros, que genera 503 caballos de fuerza y 505 libras-pie de torque. Esta cantidad de potencia se envía a través de una transmisión automática ZF de ocho velocidades montada en la parte trasera a un nuevo diferencial electrónico y al sistema de tracción trasera.
Su potencia le permite alcanzar los 100 km/h en tan sólo 3.5 segundos, además de que alcanza una velocidad máxima de 300 kilómetros por hora. Su construcción detallada le permite tener un balance de peso perfecto de 50:50 entre la parte trasera y delantera.
El chasis es una evolución de la estructura de aluminio presente en el DB11. Éste se ve complementado por el último sistema de amortiguación adaptativo que la compañía ha desarrollado con las opciones de manejo en modalidades comfort, sport y sport plus.
El equipo de la compañía señala que todos las asistencias de manejo del nuevo Vantage (diferencial electrónico, control de estabilidad dinámica, amortiguación adaptativa y los sistemas de dirección asistida eléctrica) funcionan como uno solo, volviéndose más agresivos a medida que el conductor sube en las exigencias en la pista.
El Vantage tiene una configuración de suspensión de doble horquilla independiente en la parte delantera y una suspensión multienlace en la parte posterior. Tiene muelles helicoidales en las esquinas y barras antirrobo delante y detrás.
