La madre se llevó un buen susto, pero no pasó a más. (INTERNET)
Bianca Dickinson quería fotografiar a su hija con el paisaje que tenían enfrente, pero mientras planeaba la toma con la cámara, se llevó una desagradable sorpresa, había una serpiente color marrón acechando a su hija.
Al principio pensó que era hierba seca, pero luego se dio cuenta de la realidad. Entonces decidió actuar con tranquilidad, de lo contrario incitaría al animal a atacar.
"Debido a que yo me quedé quieta, mi hija también permaneció inmóvil y el animal siguió su camino", relata Dickinson.
Al final, al ver la fotografía que había logrado tomar, se dio cuenta que la cámara capturó el momento en que la serpiente paso junto a la niña.
La serpiente marrón es un animal muy venenoso, así que en esta ocasión Bianca y su hija corrieron con suerte.
