Todo parece indicar que el gran alboroto que se está generando dentro de la coalición del PRI tiene otra causa, además de la posible postulación de Humberto Moreira como candidato a una diputación por un partido distinto al suyo. Como usted sabrá, enterado lector, el Partido Joven ha desatado un fuerte estira y afloja con el tricolor por el tema de la nominación del Profe en un distrito de la Urbe de Adobe, cuando se supone que por el convenio que firmaron de coalición el PRI y sus partidos satélites éstos no pueden lanzar a sus propios calefactos porque el Dinosaurio ya rugió al respecto.
Pero dicen los enterados que el meollo del asunto está en la ola de nerviosismo que se ha apoderado de los partiditos estatales que ven que, como ya no podrán colgarse del trasvase de votos, les va a ser harto complicado conseguir los votos que necesitan para mantener el registro. Es por eso que además del Joven, el PRC y PSDI, entre otros, andan peleando por que les dejen ir solos en un distrito o municipio aunque sea. Obviamente la estrategia del partido de Édgar Puente es nominar al exgober apostándole a que todavía hay mucha gente que le cree, a pesar del boquete que dejó su gobierno en la finanzas estatales. Ante la insistencia de don Édgar, el pastor nacional tricolor, Enrique Ochoa, tuvo que volver a levantar la voz para decir que don Humberto no estará en la boleta del 4 de junio. Aunque, claro, siempre hay otras vías abiertas como las suplencias y las pluris, en donde pudiera darse alguna sorpresa. Y mientras son peras o manzanas y las comadres se siguen peleando, nuestros subagentes disfrazados de escritorios desvencijados nos comentan que tanto el Profe como uno de sus vástagos ya hicieron el trámite de la carta de residencia, parece ser que habilidoso sí es el muñeco bailarín, ¿seguro de protección contra daños futuros? Quizás.
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Y ya encarrerados en eso de las estrategias de ingeniería electoral, tal y como lo habían adelantado nuestros subagentes en la misiva pasada, la regidora con licencia Verónica Soto anunció ayer en rueda de prensa que luego de dejar -“por decepción y no por enojo”- su partido de toda la vida, el PAN, buscará ser candidata del Partido Social Demócrata Independiente a una curul del Congreso local. Con esto, doña Vero cumplió su palabra de que no se iría al PRI -al menos no por el momento-, aunque sí a un partido satélite del tricolor. Pero nuestros subagentes disfrazados de despensas de frijol con gorgojo nos comentan que detrás de esta jugada está la mano de quien mueve los hilos en el Palacio Rosa de Saltillo. Resulta que la regidora expanista se lanzaría por el distrito VIII, con sede en Torreón, el mismo por el que competirán la también regidora con licencia, Lourdes Quintero, del PRI, y el exdiputado federal Marcelo Torres, del PAN. Dicen que el plan es echarle una ayudadita a doña Luly, amiga personal de la primera dama coahuilense, Carolina Viggiano, tratando de restarle votos a don Marcelo con su excorreligionaria Soto. Así, lo que en principio pintaba una contienda dispareja, por el nivel de exposición que ha tenido Torres en los últimos años, ahora se pondría un poco más equilibrada. Sin embargo, no son pocos los que se cuestionan si en el partido que comanda Samuel Acevedo saben que doña Vero no mueve grupo político alguno, por lo que prácticamente van a tener que empezar de cero a tejer una red de apoyo. También se comenta que la expanista pidió asegurar un lugar ya sea en la estructura del posible futuro gobierno riquelmista o llegar al Congreso por la vía plurinominal con tal de seguir los planes dictados desde Saltillo.
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Cuentan que en el PRI Coahuila andan muy ocupados y preocupados con eso de las cifras. Tal y como sucedió con la elección interna, con la toma de protesta de Miguel Riquelme como candidato del fin de semana pasado en el auditorio del Parque de Las Maravillas de la Peronera Capital se ha levantado una polvareda de suspicacias y miradas de desconfianza al conocer los datos oficiales del partido respecto a la asistencia de fieles tricolores. Y es que el comité estatal que encabeza Verónica Martínez informó que al recinto habían acudido más de 40 mil priistas. Sin embargo, algunos críticos y criticones se percataron de que en la información oficial del recinto en la Oficina de Convenciones y Visitantes aparece que cuenta con no más de 3 mil butacas, o sea que, según ellos, sobran unos 37,000. Claro que no todos estaban cómodamente sentados en dichas butacas (hay niveles), sino que algunos fueron acomodados en sillas móviles más atrás y otros de plano tuvieron que quedarse de pie. No obstante, con todo, hay quienes dicen que, nuevamente, el músculo mostrado por el priismo coahuilense estuvo un poco reforzado con anabólicos esteroides, ya que aunque sí hubo muchos más que 3 mil, pues eso de 40 mil es exagerar un poquito nada más. Cosas de la aritmética en tiempo de elecciones. Más allá de estos “detalles”, uno de los asistentes que más llamó la atención fue Fernando Gutiérrez, alias “El Gutiz”. Como ya lo habían adelantado nuestros subagentes en la misiva anterior, el otrora fiel escudero del hoy suspirante a la gubernatura por el PAN, Guillermo Anaya, fue seducido por el priismo tanto que tuvo que ceder y era cuestión de tiempo para que apareciera con la casaca de su nuevo partido. Y tal cual, don Gutiz se ve tan contento en las fotos con su chaleco verde con el logo tricolor, que hasta parece que su militancia ya viene de años. Y pensar que alguna vez don Fernando fue uno de los tacles defensivos de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión que permitió que Felipe Calderón tomara protesta como presidente de la República en una tribuna que parecía un campo de batalla.
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Los subagentes noctámbulos comentan preocupados que hay evidentes visos de que la renovada vida nocturna de bares y cantinas disfrazadas de restaurantes se está saliendo de control en la Perla de La Laguna. Y no nos referimos sólo al llamado Paseo Morelos y el Distrito Colón, en donde cada semana se abre un nuevo establecimiento. La fiebre alcanza a los corredores del Independencia y el otrora concurrido Paseo de la Rosita. Dicen que una muestra del descontrol en el sector centro de la ciudad se dio el sábado pasado, en donde la cantidad de gente que iba y venía a la pléyade de templos de Baco terminó por provocar un verdadero caos vial y hasta varios pleitos callejeros, amenizados al calor de las copas. La situación más crítica estuvo entre la calzada Colón y la calle Javier Mina, en donde, dicen, los ríos de gente se combinó con el paso de vehículos sin que tránsito alguno se percatara de la necesidad de cerrar a la circulación los autos de ese tramo para disminuir el riesgo de accidentes. Incluso, cuentan que se ha instalado en ese lugar un servicio de valet parking que no pertenece a ningún establecimiento, por lo que no existe la seguridad debida para que no se vaya a hacer perdidizo un auto. Pero también se observa laxitud en la aplicación del reglamento de alcoholes, ya que, según reportes, no todos los establecimientos están cerrando a la hora debida. Además, parece que el concepto de restaurante bar se ha ido ampliando de tal manera que basta con que en una cantina sirvan cacahuates para que pueda abrir sus puertas en domingo, día que se supone no deben operar. Y no es que este agente sea quisquilloso en estos asuntos de las bebidas espirituosas, que va. Pero siempre lo más sano es evitar las simulaciones. Si van a dejar que se venda alcohol después de las 2 de la mañana y en domingo también, pues nada les cuesta ajustar el reglamento y no andar con dobles morales. Pero decíamos que en otros sectores también se percibe el descontrol, ya que en los alrededores del Independencia, cerca del Palacio de Justicia de la Federación, se han abierto establecimientos bajo el giro de restaurante bar en los que se prohíbe el ingreso de mujeres... como parroquianas (usted entenderá), algo que se supone no debe existir ya que se trata de discriminación. Quién sabe qué ocurrirá allí dentro y quién sabe si la autoridad conozca lo que pasa. Queremos pensar que sí y que todo está en regla.
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Del otro lado del río, el que ya va a cumplir 5 meses en el cargo es nada menos que Raúl Villegas Morales, subdirector de Transporte en La Laguna de Durango. El mismo que fue presidente del PAN en Lerdo así como exdirector de Seguridad Pública en esa bella Ciudad Jardín cuando Rosario Castro, hoy secretaria de la Contraloría Estatal, era nada menos que la presidenta municipal y con quien por cierto tuvo desavenencia por muchos temas. Pero resulta que muchos creen que Villegas tiene los días contados en el cargo que hoy ocupa y que el gober José Rosas Aispuro está a punto de realizar un ajuste en esta Subdirección Estatal que regula todo el transporte público en estos lares. Y es que dicen que anda por ahí circulando ya una grabación donde Villegas se encuentra nada menos que acordando porcentajes, montos y y otras partidas conocidas como “aceite” que sirve para engrasar la maquinaria desde los inspectores hasta -no vayas tú a creer- los puestos más altos de esta dependencia estatal, así como otras participaciones de otros grupos, asociaciones y transportistas. Hasta el momento se ignora si el gober Aispuro lo sabe, pero seguramente es una de las investigaciones que bien puede ejecutar en base a su competencia la Contraloría Estatal, a cargo de doña Rosario, otrora enemiga de don Raúl.