Estamos a poco menos de un mes para que celebremos una de las más bellas fechas de nuestro calendario y me refiero a la Navidad que nos invita en esta época a reflexionar sobre el nacimiento de nuestro redentor Jesucristo… es la época navideña hermosa y en ella se vive un ambiente frío propio de esta fecha muy próxima al invierno y con ello se siente este frío que a muchas personas incomoda, pero yo quiero decirles a quienes opinan así del frío que las bajas temperaturas son muy importantes en la naturaleza pues basta con saber que el frío reduce considerablemente de manera natural la proliferación de plagas en las plantas especialmente en el campo y extermina también los microbios causantes de enfermedades. Los árboles de hoja caduca como lilas, pingüicos y fresnos requieren también el frío para que los arboles tengan buenos brotes y floración…Ahh y algo también importante para los productores agrícolas, especialmente a los nogaleros de nuestra bellísima Comarca Lagunera, ellos consideran al frío como su mejor aliado para tener una buena producción de nuez y se requiere un promedio de 300 horas frío o un mínimo de 200 para tener una buena cosecha… los agricultores lo saben, el frío es sinónimo de buen año para el campo. Por eso querido amigo lector antes de renegar del frío pongámonos a pensar que el frío también es bueno, como bueno es el calor que madura los frutos, es buena la lluvia que riega los campos y los jardines, es bueno el viento que lleva el polen las plantas como bueno es todo en la naturaleza que tiene un propósito para la vida.
A continuación la siguiente fábula que la aprendí desde mi niñez porque la contenía un libro de español de primaria, tiene un mensaje profundo de interés para todos esperando sea de su agrado.
Los dos conejos
Tomás de Iriarte
Por entre unas matas,
Seguido de perros,
No diré corría,
Volaba un conejo.
De su madriguera
Salió un compañero
Y le dijo: «Tente
Amigo, ¿qué es esto?».
«¿Qué ha de ser?», responde;
«sin aliento llego...;
Dos pícaros galgos
Me vienen siguiendo».
«Sí», replica el otro,
«por allí los veo,
Pero no son galgos».
«¿Pues qué son?» «Podencos».
«¿Qué? ¿podencos dices?
Sí, como mi abuelo.
Galgos y muy galgos;
Bien vistos los tengo».
«Son podencos, vaya,
Que no entiendes de eso».
«Son galgos, te digo».
«Digo que podencos».
En esta disputa
Llegando los perros,
Pillan descuidados
A mis dos conejos.
Los que por cuestiones
De poco momento
Dejan lo que importa,
Llévense este ejemplo.
Otoño... época de agradecer lo recibido y de guardar lo necesario para el invierno que se acerca, momento de poner orden en nuestras mentes, reflexionar sobre los apegos, concretar ideas, evaluar proyectos, deshacernos de lo innecesario y conquistar lo que queremos...
¡Feliz domingo para todos!
Comunicar es servir.