Experiencia. Rafael López colabora en el portal Redes de poder creado por tres jóvenes laguneros. (GUADALUPE MIRANDA)
Para Rafael López, la violencia en Torreón no inició en el 2008, sino hace 40 años, al menos para él. La mitad de su vida la pasó en el sector más violento y olvidado de la ciudad: el poniente. Es por eso que hoy, se considera un sobreviviente de ese tiempo, que asegura, más que un mal recuerdo es parte de su vida.
A través de la escritura, es como el ahora sacerdote, ha revelado parte de sus malas experiencias, que le han servido para entender el dolor de hombres, mujeres y a los "hijos de la violencia", como él llama a los niños y niñas que vivieron en carne propia esos años en los que Torreón estuvo "secuestrado" por las bandas criminales.
Sus escritos, ahora forman parte del portal Redes de Poder, creado por tres jóvenes, como un espacio independiente para abordar diversos temas de interés.
Para Rafael, ha sido una catarsis el compartirlo con los cibernautas, quienes le han mostrado su apoyo y otros más, se han identificado con sus experiencias de vida.
Entre ellas está la que vivió a la edad de 11 años cuando cursaba el primer grado de Secundaria en la Federal Número 4 de la colonia San Joaquín, la cual mantuvo en secreto, tanto para sus amigos, familiares y a sus propios padres.
López cuenta que en la secundaria formaba parte de la Banda de Guerra y por las tardes asistía a los ensayos. Pero uno de esos días quedó grabado para siempre. Fue testigo de una violación de una de sus compañeras.
"Un día, uno de los mayores quería abusar de nosotros los menores, forzó a una chica y la violó donde se guardaban los tambores. Luego nos metieron de dos en dos, para que todos los jóvenes hiciéramos lo mismo con las chicas: 'No me hagas nada', me decía mi compañera. Yo estaba igual de nervioso que esa niña. Decidimos quedarnos escondidos, para evitar que hicieran con nosotros lo mismo.
Nunca supe qué pasó con la chica que violaron, sólo nos enteramos que al violador lo habían expulsado. Nadie volvió a hablar del tema, sólo nos asustaron, seguimos con los ensayos como si nada hubiera pasado", relata en su más reciente participación.
Gracias a estas experiencias, muchas de ellas amargas, ha podido brindar el apoyo que requieren las pequeñas que han sido víctimas de la violencia. "Tengo varios años acompañando a las Niñas de la Casa de Jesús, son niñas en situación vulnerable debido a la situación familiar que ellas se han enfrentado desde violaciones, drogas, alcohol, maltrato, prostitución, violencia, entonces desde que yo llegué a esa casa, hace casi 4 años, me di cuenta de la violencia que ellas vivían en sus hogares, esa violencia de que se vivió en Torreón, son víctimas de la descomposición social".
Es por ello que López, director del periódico diocesano Buena Nueva, compartirá sus experiencias de vida. "Voy a escribir de mi historia, de lo que yo he visto, de lo que he vivido, sufrido y padecido… Soy del poniente de la Ciudad, soy de esas colonias que mucha gente ha visto como gente mala, y las cuales se mantienen en abandono".