Doble jornada. Mujeres asumen rol de proveedoras y de amas de casa, por falta de apoyo de la pareja. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Jessica se levanta a las 6:30 de la mañana a preparar el desayuno y alistar a sus hijos para llevarlos a la escuela. Al regresar le prepara el lonche a su marido y le da de almorzar. Después de que despidió a todos comienza con las labores del hogar: lavar, trapear, barrer, planchar, hacer las compras y al terminar prepara la comida para recibir a los niños de la escuela y dejar la porción correspondiente a su esposo.
A las 3 de la tarde sale directa a su trabajo, ella es empleada de un supermercado. Regresa a las 11:00 de la noche y encuentra la casa volteada al revés, con trastes sucios, zapatos y ropa regada, entre otras cosas. Medio limpia y si aún no han cenado, prepara la comida, revisa las tareas de los niños y los manda a dormir.
Esta es la realidad de millones de madres en México. Según el Inegi 3 de cada 10 hogares está liderado por una jefa de familia. Desde la década de los 80 la mujer salió a trabajar por gusto o por necesidad. Sin embargo, el rol establecido en las mujeres, en que se les confería el cuidado y crianza de los hijos e hijas, no necesariamente se ha modificado.
Prueba de ello es el tiempo que dedican al trabajo no remunerado de los hogares hombres y mujeres. Según el Inegi los hombres destinan 31.3 horas promedio a la semana, y las mujeres jefas, 68.0 horas promedio. 14 Conapo (2009).
Con respecto a las actividades del trabajo no remunerado del hogar, las jefas de hogares familiares invierten 33.2 horas promedio a la semana en las tareas domésticas, y los jefes 11.1. Para el cuidado a integrantes del hogar, ellas destinan 25.5 mientras que ellos 14.2 horas promedio.
"Desde los 80's se hace más amplio el sector de mujeres que empezamos a cumplir el papel de proveedoras por una serie de situaciones que tiene que ver en el contexto de la crisis económica, por el hecho mismo que las mujeres tienen un mayor nivel educativo y ya no hay esa idea de que se tienen que quedar en casa (...) Sin embargo, aun cuando tenemos este nuevo rol, no hemos abandonado el otro", dice Rosario Varela coordinadora del Programa Multidisciplinario de Estudios de Género, del Cuerpo Académico "Política y Sociedad", de la UA de C.
Las dobles jornadas laborales traen cansancio, enfermedades físicas y emocionales y una menor calidad de vida para la mujer. "Esto hace que muchas veces las mujeres se sobrecargue y muchas veces son las mismas mujeres las que hemos resultado dañadas porque aparte de trabajar afuera regreso a trabajar adentro".
No obstante, asumir los papeles de proveedoras y amas de casa, desató la crítica de diferentes sectores de la sociedad y del propio gobierno quienes culparon a la mujer por la ruptura del tejido social. "No podemos decir que hayamos dañado a la sociedad, porque tiene que ver mucho con cómo los hombres responden a esta situación".
Para evitar estas dobles jornadas y hacer una vida más justa para las mujeres, Rosario Varela considera necesario flexibilizar el trabajo doméstico, redistribuir las obligaciones entre todas y todos los integrantes y hacer una organización del trabajo familiar mucho más dúctil.
A nivel de políticas públicas dijo que se han establecido políticas de conciliación vida familiar-vida laboral, "desgraciadamente el mercado de trabajo se estableció sobre la base, sobre la hipótesis de que el trabajador era libre que no tenía obligaciones familiares, eso ha hecho que muchas mujeres no sean bien aceptadas en el mercado de trabajo, hay que comprender que estamos viviendo un nuevo contexto en el que las mujeres demandan ser autosuficientes sin dejar atrás su responsabilidad, pero entonces requerimos de otras condiciones sociales".
Estadísticas
Muestran resultados de los estudios.
⇒ De acuerdo con datos de la Encuesta Intercensal 2015 del Inegi, 27.8% de las mujeres de 12 y más años con al menos un hijo nacido vivo ejercen su maternidad sin pareja.
⇒ El 21.3% están separadas, divorciadas o viudas, mientras que 6.5% son madres solteras.