VOZ DEL DIHABLO
Después de conocer la fecha del Knotfest México 2017 (28 de octubre), en el cual se da como un hecho la participación de Stone Sour, y del inminente empalme con el Northside en Monterrey, los rumores y las suposiciones no paran. Circulan flyers no oficiales y chismes por todos los lados.
Es porque todos queremos saber lo más pronto posibles cuáles grupos vendrán al país para ir viendo boletos de avión, presupuesto y permisos en los trabajos (los muy muy ricos no se preocupan por eso).
Pero los organizadores en el país lo hacen todo en abonos, por lo regular; ya sea por cuestión de mercadotecnia o porque no tienen a todos los grupos asegurados, son incapaces de dar un cartel completo de una vez por todas. Me dirán que el Wacken le hace igual, solo que haya te sueltan unas 20 bandas un año antes y se sabe de antemano que de esas 20 hay 10 fuertes… más las que se sumen. Distancias, pues.
Acá todavía no hay nada de ninguno de los dos festivales grandes de metal que faltan en el año, solo suposiciones. Aunque se da como un hecho la participación de Guns N' Roses y Gene Simmons en el Northside. Mientras el Knotfest anunciará su cartel el próximo lunes. Igual que Ozzy Osbourne daría a conocer su próxima fecha en territorio nacional… ¿para dónde?
Por lo pronto, con esos grupos en el Northside, no suena como que muy llamativo. Habría que ver de cual GN'R hablamos, pero el que sea, a mí no me ilusiona tanto para un festival en el que esperamos algo extremo. Y de Gene Simmons no tengo nada que decir. Ojalá haya un as bajo la manga, porque de que el evento está en puerta, lo está.
Hablando de cosas, noto que se ha vuelto una constante que algunas personas se quejen de las personas que se quejan de los eventos por todo, y creo que no hacen más que caer en lo mismo. Se vuelve un círculo vicioso de mucha flojera, quejarse, quejarse, quejarse y nada más. Y los argumentos se agotan.
Pienso que cuando hay dinero y gusto por algo, no se escatima. Aunque en lo personal no pagaría 15 mil pesos por un VIP. Pero hay quien sí, cada quien. La gente de la Comarca Metalera tiene que buscar alternativas en otras ciudades y regiones del país por ver a sus grupos favoritos porque hasta acá no llegan. ¿Por qué no llegan? Porque con las personas que asisten a esos eventos no es redituable para el empresario traer a esos artistas, porque tampoco es tan fácil. Y a nadie le gusta regalar su dinero.
El metal en el país no es una forma de vida sencilla. Ya deberíamos habernos dado cuenta y dejar de llorar. Cada quien elige su cruz. Si queremos que venga Metallica a nuestra ciudad, lo más sencillo sería cambiarnos de ciudad. Estamos en el norte y en el norte la música que rifa es otra.
Por otro lado, creo haber descubierto el por qué las bandas nacionales batallan para que sus discos sean escuchados por las grandes masas. Es muy simple: resulta que hace casi 50 años salió un grupo llamado Black Sabbath que todavía en 2013 editó música nueva. Hace 40, Metallica irrumpió en la escena con un disco memorable. Y siguen haciendo el intento por crear. Como quiera, se mantienen en el mercado. Hace casi 30 años, un güerito suicida paralizó a la escena rockera con Nevermind; su importancia es tal que hasta la fecha se escuchan sus canciones en bares de muchas ciudades y la gente disfruta escuchando eso.
Resulta que los íconos del metal como Iron Maiden y Judas Priest han seguido sacando discos. Que los grandes del 'thrash' han resucitado. Exodus, Megadeth, Anthrax, Testament, Kreator, Sodom, Overkill. Todos con años de experiencia, decenas de discos, presentaciones y aún sacando nuevo material. Resulta que los profesionales no se han muerto y cada vez hay más música por todos lados, por todas las plataformas… Siendo así, a veces no queda tiempo para escuchar a los nuevos grupos. Es una realidad. No hay estafeta.
Es una situación complicada y lo peor que pueden hacer los músicos es meterse en el papel de víctimas. "Es que no apoyan".
El fin de semana pasado estuvo aquí una banda regiomontana, Stranger Blaze, con un 'thrash' / 'punk' / 'core' y no sé que más, con mucha energía y actitud. Con material propio en físico (su segundo disco: The Soulbreaker, bastante disfrutable), aguantando las inclemencias del tiempo en la Comarca. Viajando con recursos propios. Sacrificando muchas cosas, sin descuidar los trabajos que les dan para vivir. Y todo por ganar respeto; "algo que han olvidado muchos", dicen. A ellos nadie les pidió que se dedicaran a la música y han entendido que hay algo que el dinero no puede comprar (¡ijoesú!). Esto es México.
Y nosotros seguimos de metaleros aferrados, no hay más. Dejo los canales abiertos, como siempre: La Música del Dihablo [Facebook] y @Foko_54 [Twitter].
