VOZ DEL DIHABLO
El mundo es un lugar raro para habitar. La gente se pelea por pizzas de queso, por tener la razón, porque unas bandas tocan 'covers' y otras le apuestan a las propuestas originales. Discusiones desproporcionadas que se alargan durante días sin llegar a conciliar las partes, en muchos de los casos, como si unos fueran más o mejores que los otros.
La discusión entre 'covers' y originales, de entrada, me parece infructuosa; hablamos de temas totalmente diferentes. Diametralmente opuestos. Quizá uno deriva del otro, pero han tomado direcciones distintas y se han perdido en el camino. Así que no me detendré mucho en esta parte… quizá al final haya algo qué decir.
La semana pasada, por ejemplo, quedó pendiente hablar de la lista de los 10 mejores discos de metal según Ozzy Osbourne. Sí, las "famosas" listas, tan polémicas… sobre todo si las publica la revista Rolling Stone. ¡Pero es Ozzy! ¿Quién tiene algo que reclamarle? Aparte de ser un viejito tierno y senil ¡es la leyenda viva del 'heavy music'! A estas alturas, él puede decir lo que quiera.
Revisemos un poco los gustos del Sr. Osbourne, padre de seis hijos reconocidos y su servidor.
En primer lugar pone Highway to Hell, de AC/DC, material que la revista en mención excluyó de los 100 Mejores Discos de Metal porque consideran que los australianos son más 'hard rock' que otra cosa. Sin embargo, ¿cómo excluir este título cuando se es el "Príncipe de las Tinieblas"? imposible. Palomeado. Hasta aquí, de acuerdo con Ozzy.
Luego viene Facelift de Alice in Chains, y las mil y una críticas sobre si es metal o no. A mi padre le gusta y a mí también. Es el mejor disco de la banda, el más agresivo, compacto, envolvente, rasposo. Y si bien no lo consideramos propiamente metal, si tiene sus tintes de… y era lo más "pesado" de lo que a principios de los 90 se escuchaba en el 'mainstream'. Está adentro.
Tres, Appetite for Destruction, de los Guns. Otro disco indispensable en la colección de cualquier 'rocker', olvidado por la revista Rolling Stone. Va dentro, por supuesto.
British Steel, de Judas, no tiene discusión. Sigue el cuarto de Led Zeppelin. ¿Y es que podemos omitir Stairway to Heaven de cualquier listado satánico musical? Si hay un camino al infierno, tiene que existir la contraparte; no hay héroe sin villano. Palomeado.
En los puestos 6 y 7 están el Rust in Peace y Masters of Puppets; los mejores álbumes de Megadeth y Metallica, respectivamente. Dos clásicos del 'thrash' gringo (y mundial) de los 80. Tienen que estar y punto. Obras maestras.
Ocho, Ace of Spades, de Motorhead. Un tributo a Lemmy, 'The God Lemmy'. Dentro.
Nueve le toca a Pantera con Cowboys From Hell, la redención de esta banda bien amada/odiada por muchos. Tiene que estar Pantera. Destrucción, desorden, caos, alcohol y problemas. Además incluye la palabra "infierno" en el título y volvemos a lo mismo, se trata de la lista del "Príncipe".
Al último de su listado, Ozzy deja el Hellbilly Deluxe, de Rob Zombie. La única razón por la que veo a este disco en este 'top ten' es por la amistad de ambos personajes. Fácil lo cambiaría por el Arise de Sepultura, el The Real Thing de Faith No More o cualquier otro.
Pero no nos rasguemos las vestiduras, como dirían los antiguos. Todo se vale cuando con anticipación se aclara que es un "según" alguien (en este caso Ozzy Osbourne). Es una opinión, nada más. Por ejemplo, el Dihablo ya prepara una lista de sus 666 discos consentidos.
El mes que entra, este espacio cumplirá 4 años de aparecer en las páginas de este diario. En un principio, pensé que sería complicado que sobreviviera un mes. Gracias a quienes lo siguen haciendo posible (ya andamos armando la fiesta del cuarto aniversario).
Y ya no se peleen por pizzas, amigos, ni por ver quién tiene la razón. Mejor dirijan sus fuerzas a causas justas y de bien común.
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