El presidente constitucional de los Estados Unidos construye una nueva capital para imponer su visión del mundo. En ese espacio geopolítico se gobierna por decreto personal. Una forma de gobierno que denosta a la mujer. Se bromea con enviar tropas militares a otros países. Se le impide la entrada a personas que cuentan con documentos legales para ingresar. Esa nueva región se llama: "El Distrito de Trump".
La ciudad de Washington, D. C., fue resultado de un pacto entre Thomas Jefferson, Alexander Hamilton and James Madison; el 16 de julio de 1790. El acuerdo fue para designar una capital permanente. Antes, el gobierno federal tuvo sedes diferentes. El Distrito Capital está lleno de simbolismos de la unidad de los estados que conforman el país. Sin embargo, llama la atención la ausencia de banderas en propiedades particulares y comerciales. Cuando se pregunta en la calle por los objetos del patriotismo, la respuesta más común es: "no es el momento".
"No es mi presidente", es una expresión muy común en lo que hoy es Washintong, D. T. Hay un ambiente de zozobra. El nuevo integrante del vecindario tiene ocupada la mente de muchos. No pasan cinco minutos sin que alguien pronuncie su apellido. Es una población con afinidad mayoritaria hacia el partido Demócrata. Muchas organizaciones no gubernamentales, interreligiosas, o de derechos humanos se preparan para defender a migrantes.
"Justice for all" (justicia para todos), es lema de la ciudad. Donald Trump se refirió a uno de los miembros de la Suprema Corte utilizando el calificativo de: "supuesto juez". El presidente número 45 pretende poner en duda la validez del cargo y el desempeño del magistrado federal James Robart. El problema no es el desacuerdo, ni siquiera las ofensas. Lo grave del asunto está en que el ejecutivo afirma que la decisión del juez será anulada, y no explica cómo. Parece la expresión de un tirano que amenaza con imponer su voluntad a toda costa. "Suposición de justicia" será el lema del D.T.
En el congreso, Senado y Cámara de Representantes, sería un lugar de apoyo para el presidente y su distrito. El partido Republicano tiene una mayoría en ambas cámaras. En el Senado su mayoría consiste en dos votos. En la Cámara de Representantes tiene una ventaja más amplia: 47 votos. Trump se ufana en decir que él no es un político tradicional. El Republicano no es su partido. Previo a las elecciones presidenciales algunos republicanos manifestaron su desacuerdo con la candidatura del magnate. En 2018 habrá elecciones donde se renueva parte de las dos cámaras, allí los votantes podrían darle un revés al nuevo distrito.
El lunes pasado varias empresas con sede en una de las regiones con más poder económico del mundo, Silicon Valley, se sumaron a la demanda contra el gobierno federal, presentada en el Tribunal Federal de Apelaciones del Noveno Circuito en San Francisco. California se aleja de la unión americana, no por la falla de San Andrés, sino por la política del gobierno en Washington, D.T.
En los 19 días que lleva en funciones el actual administración federal de los EU con sus acciones, ha hecho cimbrar los elementos básicos de la democracia. Quizá sea una de las pocas cosas positivas de su administración. Evidenciar las limitaciones de una forma de gobierno que desencanta a las nuevas y viejas generaciones. Que es utilizado por símbolos del sistema económico imperante para encabezar gobiernos democráticos con elementos de totalitarismo y fascismo.
