(ESPECIAL)
Hace 10 años, Fundación Lala comenzó un proyecto que al día de hoy ha dibujado sonrisas en miles de personas: “Navidad en el Campo”. Esta es una iniciativa altruista que beneficia al ejido Presa de Cleto, así como a sus comunidades aledañas: Cleto, Santa Rita, Mayrán y San Nicólas; todas pertenecientes a San Pedro, Coahuila.
“El principal propósito es traerles felicidad a estas comunidades; cada año se unen todos los voluntarios de Grupo Lala para aportar su tiempo, creatividad y servicio. Apoyar es parte de nuestra cultura, debemos cuidar a nuestra gente y a nuestras comunidades”, comentó el director institucional de Grupo Lala, Rafael Garza Jauregui.
Navidad en el Campo es el evento con el que se cierra el ciclo anual del programa alimentario “Superando la Marginación” en el que Fundación Lala, a través de diversas organizaciones aliadas, apoya a zonas segregadas.
“Le brindamos atención a comunidades de alta marginación, sobre todo a las familias que tienen complicaciones en nutrición y salud. La mayoría de las personas de Presa de Cleto y sus comunidades aledañas trabajan en el campo de manera temporal, ya que es una zona semiárida donde no hay agua y cuando llueve se echan a perder las cosechas… muchos de los habitantes tampoco tienen servicios médicos, así que poder ver sus rostros felices es algo que no cambias por nada”, indicó Ivonne Barraza López, colaboradora en Fundación Lala desde hace 13 años.
De acuerdo con Barraza López, este año se beneficiaron a más de 600 personas a través de despensas, recreación, cortes de cabello, atención médica, medicinas, servicios dentales y entregas de filtros de agua.
“Me siento bien contenta y emocionada porque en mi comunidad batallamos mucho con el agua potable, esto afecta en nuestra salud y economía ya que debemos comprar agua purificada”, indicó la señora María Cano del ejido Mayrán al recibir su filtro.
Además de estas comunidades de San Pedro, Navidad en el Campo también ha beneficiado a otras zonas que se encuentran en varios niveles de pobreza de Cuatrociénegas, Sierra Tarahumara, Mixteca Oaxaqueña y la Montaña de Guerrero.
En esta ocasión participaron 3000 colaboradores con donaciones en efectivo, especie y tiempo. Este proyecto no sería posible sin el apoyo del personal, sus familias, proveedores, alianzas sociales y del banco de alimentos de Cáritas de Torreón.
Apoyar es parte de nuestra cultura, debemos cuidar a nuestra gente y a nuestras comunidades.