Carles Puigdemont, el líder independentista catalán, fue detenido ayer en Alemania, lo que desató protestas en Barcelona que terminaron en enfrentamientos con la policía. (EFE)
Carles Puigdemont, el líder independentista catalán, fue detenido ayer en Alemania, lo que desató protestas en Barcelona que terminaron en enfrentamientos con la policía con un saldo de al menos 30 heridos y tres detenidos, de acuerdo con fuentes oficiales.
El expresidente autonómico fue arrestado tras casi cinco meses fuera de España y a las 48 horas de que se activara la euroorden, en una operación coordinada por los servicios de inteligencia española.
El líder independentista fue detenido por la mañana, poco después de entrar en territorio alemán por Dinamarca, e ingresó tras un breve paso por una comisaría local en la cárcel de Neumünster, en el estado federado de Schleswig Holstein y a unos 40 kilómetros de su capital, Kiel.
Hoy comparecerá ante el Tribunal Administrativo de este Estado federado con el objetivo de comprobar la identidad del detenido, entre otras formalidades.
Ahí se decidirá si pasa de arrestado a detenido, en ese caso en una prisión a la espera de que se decida sobre la petición de extradición de la Justicia española, una decisión que es competencia exclusiva de la Fiscalía General de Schleswig, según un comunicado emitido por ese estamento judicial.
El plazo máximo para decidir y eventualmente ejecutar su entrega a España es de 60 días a partir del día de la detención, independientemente de los recursos que puedan presentarse contra ésta. El gobierno de Angela Merkel ha respaldado reiteradamente la posición de Mariano Rajoy respecto al soberanismo catalán y, en esa línea, no reconoció la declaración unilateral de independencia impulsada aún con Puigdemont en la presidencia de la Generalitat (gobierno) catalana.
El arresto provocó protestas en Barcelona y enfrentamientos con la policía regional.
[INTERNACIONAL 9A] Efe