Protesta. La tensión fue escalando al término de la marcha, que no pudo concluir su recorrido.
Una multitudinaria protesta ultraderechista y varias contramanifestaciones tensaron ayer hasta el extremo a la ciudad alemana de Chemnitz, una semana después de que la muerte de una persona presuntamente a manos de dos inmigrantes desatase una cacería neonazi de extranjeros.
El gran despliegue policial impidió que los sectores más violentos de uno y otro bando chocasen de forma abierta durante la marcha ultraderechista, aunque hubo lanzamientos de objetos, escaramuzas y un constante intercambio de amenazas e insultos en un ambiente muy hostil.
"Varios puntos de Chemnitz están cargados de tensión. Nuestro operativo ha tenido que atacar en ocasiones", reconocía la Policía de Sajonia a través de Twitter.
Con unas 6,000 personas, según cálculos de la policía, la "marcha silenciosa" por las víctimas de la "multiculturalización", convocada por el partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) y el movimiento xenófobo Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente (Pegida), sufrió contratiempos desde su inicio, pasadas las 17.00 hora local.
Las contramanifestaciones festonearon la protesta ultraderechista a lo largo de todo el recorrido y, pese a que sus organizadores pedían no responder, muchos de sus integrantes gritaron consignas como "Nosotros somos el pueblo", "Libre, social, nacional", "Resistencia", "Extranjeros fuera" y "Prensa mentirosa", además de proferir insultos y hacer gestos obscenos.
Los servicios secretos alemanes advirtieron ya esta mañana de que en la protesta habría neonazis y hinchas violentos venidos de todo el país y el extranjero.
Desde las contramanifestaciones -que congregaron a unas 3,500 personas- se lanzaban eslóganes como "Nacionalismo fuera de las cabezas", "Nazis fuera" y "Ustedes perdieron la guerra", sazonados también de insultos y abucheos.