El avión aterrizó de emergencia. (INTERNET)
Un avión de la aerolínea Norwegian, que viajaba hacia Múnich con 84 fontaneros a bordo, tuvo que aterrizar de emergencia debido a unos problemas con los inodoros.
Esta ironía de la vida está volviendo al suceso un claro ejemplo de que las cosas no siempre salen como se esperaba.
El vuelo casi acababa de despegar de la ciudad de Olso transportando a trabajadores de la compañía de fontanería Rorkjop.
El director de la empresa Frank Olsen ha dicho que aunque a sus trabajadores les hubiera gustado ayudar a resolver el problema, lamentablemente la única forma de reparar la situación era desde fuera de la nave. "No nos arriesgamos a enviar un plomero afuera a 10 000 metros de altura", bromeó Olsen en su declaración citada por Dagbladet.