Salida. Inmigrantes venezolanos presentan sus documentos al subir a un bus que los llevará a Trujillo, Perú. Los últimos venezolanos que consiguieron entrar a Perú, entre ellos algunos sin pasaporte, tomaron un autobús.
El flujo de venezolanos que llega diariamente a Perú se redujo ayer sensiblemente tras cerrarse la frontera desde la medianoche de ayer sábado para los inmigrantes de ese país que no disponen de pasaporte, quienes han recurrido a solicitar asilo al Gobierno peruano para intentar entrar legalmente.
El puesto fronterizo de Tumbes, por donde unos 3,000 venezolanos entraban diariamente hasta antier viernes, luce más descongestionado después de que miles de inmigrantes hicieran largas colas de varias horas para cruzar la frontera antes de que se les exija a todos ellos el pasaporte.
La calma y normalidad siguió reinando en estas instalaciones migratorias a pesar de que hay decenas de venezolanos cuyo ingreso a Perú es aún incierto, pues llegaron pasada la medianoche y viajan sin pasaporte, incluso algunos sin tarjeta andina de migraciones (TAM), documento para transitar por la Comunidad Andina (CAN), integrada por Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú.
Exhaustos por acumular una semana de camino desde que abandonaron Venezuela y convencidos de no dar marcha atrás, unos cuantos recurrieron a solicitar asilo al Ministerio de Relaciones Exteriores para poder entrar legalmente a territorio peruano.
Es el recurso de urgencia utilizado por aquellos que no pueden ser considerados dentro de las excepciones contempladas por el Gobierno peruano para quienes no tienen pasaporte, que son niños que viajen con sus padres, mujeres embarazadas o ancianos.
LA XENOFOBIA FRENA PASO A BRASIL
Un nudo diplomático se va tensando en la ciudad brasileña de Pacaraima, frontera con Venezuela, desde que el pasado día 18 un grupo de brasileños destruyó los campamentos improvisados de centenares de inmigrantes.
Relata el diario español El País que la gota que colmó el vaso para justificar el ataque a los inmigrantes fue la noticia de que un comerciante de Pacaraima, Raimundo Nonato, había sido atracado y golpeado presuntamente por cuatro venezolanos. La policía investiga el caso. Mientras tanto, 1.200 venezolanos ya fueron expulsados tras los ataques de los habitantes de la zona.
"No es que no queramos a los venezolanos. Lo que tenemos que hacer es poner a los delincuentes en su sitio, como a esos que me torturaron. La Policía Federal tiene que verificar los antecedentes de los inmigrantes en la frontera", dice Nonato. Con algunos puntos de sutura en la cabeza y el ojo derecho morado, afirma que la agresión que sufrió es una de las pruebas de que la inmigración venezolana en el Estado de Roraima está fuera de control.
Oposición rechaza ‘paquetazo’ económico
Representantes de varios partidos opositores rechazaron ayer los ajustes económicos decretados por el Ejecutivo del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, al considerar que se trata de un "paquetazo" que no ayudará al país a salir de la crisis, sino que la agravará.
"Hoy nos alzamos en contra del paquetazo, el paquetazo de Maduro que a todas luces es un fracaso, que ya hoy se comienza a ver todas sus consecuencias", dijo el diputado Juan Andrés Mejía durante una concentración en el este de Caracas a la que acudió cerca de un centenar de personas.
El también coordinador del partido Voluntad Popular, fundado por el privado de libertad Leopoldo López, aseguró que desde el Frente Amplio, que agrupa organizaciones de todo tipo, organizarán congresos en los 23 estados del país "para llevar la propuesta unitaria de lucha en contra del paquetazo".
"La unidad es un requisito indispensable para salir de esta crisis (...) nuestra principal meta es presentarle al país una sola ruta, la certeza de que cuando el cambio llegue aquí va a haber un solo camino", dijo.
Mejía señaló que la inflación nacional, que según cálculos del Fondo Monetario Internacional cerrará el año en 1.000.000 %, "se empieza a comer" el aumento salarial decretado por el Ejecutivo que multiplicó por 35 el ingreso mínimo legal.