Desarrollo.En la imagen aparecen la alumna Paula Gómez y su maestra Valeria Rodríguez. (EL SIGLO DE TORREÓN/VIRGINIA HERNÁNDEZ)
Desarrollan un biofertilizante a base de microalgas autóctonas en la región, el cual promete ahorros de hasta un 50 por ciento en los costos al productor y un acelerado crecimiento de los cultivos.
A pocas semanas para competir en la Feria Nacional de Ciencia e Ingenierías del Conacyt, Paula Alejandra Gómez Palomo es una joven del tercer semestre de preparatoria de la UAL, quien ha mostrado un gran interés por hacer propuestas para el sector agrícola para evitar el uso de fertilizantes químicos y ayudar al medio ambiente.
Acompañada de su maestra Valeria Rodríguez Moreno, maestra de química de la UAL, comentó la estudiante Paula Gómez que viendo las problemáticas en el campo al usar fertilizantes químicos que dañan el medio ambiente, por lo que pensó desde su laboratorio desarrollar una alternativa y resolver el conflicto con un biofertilizante de microalgas.
Explicó que pensó en las microalgas debido a que contienen nutrientes esenciales para que la planta tenga un alto desarrollo, como lo es el nitrógeno, fósforo y potasio.
Confesó que su maestra de química fue quien le brindó la asesoría necesaria para entender el proceso y hacer la investigación correspondiente.
Valeria Rodríguez mencionó que lo que se busca con esta investigación es que el biofertilizante no sólo tenga las características de un químico o inorgánico, sino que de un plus: que sea también sustentable, ecológico y amigable con el medio ambiente.
PROCESO Y AHORROS
Se explicó por parte de Paula Gómez que el proceso consiste en sacar el agua estancada las microalgas. Se realiza la recolección de la muestra y se ve en microscopio si hay crecimiento de la microalga, la cual se cultiva en parámetros controlados.
Mencionó que la biomasa se obtiene mediante la centrifugación, con lo cual se prepara y se evalúa su desarrollo en las plantas: melón, rábano y alfalfa.
"Es un biofertilizante y no un fertilizante orgánico."
La joven investigadora destacó que otra ventaja del biofertilizante que se desarrolla es su menor tiempo de germinación en relación al usar un fertilizante inorgánico.
Explicó que el crecimiento en 24 horas es de un centímetro, lo cual aseguró que reduce los tiempos de germinación y de salir al mercado.
Luego de indicar que con el cultivo de rábano se tiene más control, dijo que con el melón el tiempo de germinación promedio es de 10 a 18 días, pero con el biofertilizante se logró en 3 días. Opinó que es viable que los productores al usarlo les permita salir antes del mercado y obtener un mejor precio de venta.
Otra de las ventajas que se han encontrado durante el desarrollo es que es más económico cultivar usando un biofertilizante que otras opciones dentro del mercado, estimando un ahorro del 50 por ciento.
PINTA PARA NEGOCIO
Valeria Rodríguez comentó que esta en proceso la patente ante el IMPI, sin embargo, compartió que aún se encuentra el proyecto en fase experimental, mejorar otras cosas de la investigación y se tiene ayuda de científicos de la UA de C.
Ambas expresaron que tienen interés de impulsar este proyecto y cristalizarlo en una empresa, dado que se usan materiales económicos para detonarlo en un negocio.
La maestra de química declaró que como docente se busca sembrar en los estudiantes un interés en la investigación en la bioquímica, en donde podrán encontrar un mejor futuro si se enfocan en la ciencia.
El encontrar talento en las aulas no es algo nuevo para Valeria Rodríguez, ya que recordó que el año pasado dos de sus alumnos compitieron en Expociencias. "Hay talento, hay alumnos con ideas buenas y lo que hace falta es que se vean las oportunidades de los proyectos."