Foto: Karla G. Cepeda
La mayoría de la población mexicana sabe leer, pero no tiene el hábito de la lectura porque, entre otras razones, no abundan los hogares donde se inculque el amor por los libros.
En enero del 2010 nació la asociación civil Brigada para Leer en Libertad (BLL), un proyecto de Paco Ignacio Taibo II y Paloma Sáiz cuya razón de ser es la promoción de la lectura desde la sociedad civil.
A las filas de esta organización se han sumado diversos profesionales del mundo de las letras: editores, escritores, periodistas y promotores culturales. La BLL ha conformado un plan de acción en el que están contemplados programas dirigidos a realizar tianguis de libros, apoyar la instalación de bibliotecas comunitarias o fortalecer un proyecto editorial.
También se llevan a cabo conferencias y actividades artísticas, ferias librescas o lecturas en comedores comunitarios y públicos.
Otros dos programas son: Abuelas Lectoras, que consiste en capacitar a grupos de este sector poblacional para que realicen lecturas en voz alta en distintas instituciones de atención infantil, y Lee mientras Viajas, para la edición y distribución de antologías literarias en rutas de líneas de autobuses pensando en que quienes se trasladen de un punto a otro ocupen su tiempo leyendo.
Leer de Boleto en el Metro es una estrategia incluso anterior a la asociación misma. Se pone al alcance de los usuarios de una línea del sistema colectivo una antología literaria para que puedan tomarla y disfrutarla durante el trayecto. Las instrucciones de uso no van más allá de “tómalo, léelo y devuélvelo”. De este programa ya se realizaron dos ediciones y se destaca que sobrepasó las expectativas ya que, además de fomentar la convivencia con las letras, se convirtió en una manera de promover valores cívicos solidarios. Los usuarios no sólo entregaban los libros, a veces los regresaban forrados o con recados en los que pedían que no se los llevaran.
El nivel de devolución de los ejemplares, afirman en la asociación, fue del 71 por ciento, cuando la expectativa era que desapareciera uno de cada dos.
Las compilaciones incluyen cuentos, relatos y poesía para que el lector pueda escoger lo que más le guste y tenga oportunidad de familiarizarse con más de un género.
Foto: Pinterest/Christine Nelson
El diagnóstico de esta organización es que la mayoría de la población mexicana sabe leer, pero no tiene el hábito de la lectura porque, entre otras razones, no abundan los hogares donde se inculque el amor por los libros; la escuela tampoco ayuda, pone a leer por obligación lo que equivale a vacunar a los estudiantes contra el gusto lector.
Los prejuicios culturales son otro factor, producen que muchos individuos no se acerquen a templos librescos como las bibliotecas o las librerías. Una razón más es el escaso poder adquisitivo del mexicano. Con ingredientes como los expuestos el resultado no es otro que una nación con un bajo nivel de lectura.
En la Brigada ambicionan llegar a más y más personas para sembrar el gusto por la palabra escrita, y de ese modo estimular el surgimiento de una sociedad que sea más crítica.
CONTENIDO ACTIVO
En la página de Internet brigadaparaleerenlibertad.com, en la sección de libros gratis, hay 170 títulos para descargar en formato PDF, una alternativa para individuos cuya economía no les permite adquirir una variedad de volúmenes en soporte físico.
Además de las actividades mencionadas y la biblioteca digital descargable, el proyecto del creador del detective Belascoarán Shayne y de la activista y fotógrafa cuenta con redes sociales muy activas.
Facebook y Twitter son medios de contacto directo entre el equipo y los cibernautas interesados en su labor. También se utilizan para difundir los sucesos, programas y logros.
A finales de agosto y principios de septiembre, las redes recibieron las novedades de los brigadistas que trabajaban en integrar donaciones de libros y convertirlas en acervos para escuelas públicas en Chiapas. Luego de dos semanas de labor, la asociación compartió que ya había entregado 72 bibliotecas.
Foto: Karla G. Cepeda
Con regularidad los administradores suben publicaciones variadas, de la brigada, de sus colaboradores, noticias. Los anuncios que hacen no se limitan a simples invitaciones a participar en las actividades o a dar cuenta de las metas cumplidas. Por ejemplo, el pasado 3 de septiembre, a través de estas plataformas, se informó que habían empezado los tianguis de libros en la Universidad Iberoamericana Santa Fe y en la Facultad de Estudios Superiores Aragón en la Ciudad de México.
Dos días después dieron a conocer que se habían sumado al paro en la UNAM, al reclamo de #FueraPorrosDeLaUNAM, y por ello quitaron el tianguis de la FES Aragón.
YouTube es otra plataforma en la que está presente la BLL. Además de la respectiva divulgación de programas y eventos, hacen enlaces en vivo de acciones en curso. En su canal hay disponibles más de 1 mil 300 videos entre los que destacan conferencias y charlas con referentes de la literatura mexicana como Elena Poniatowska o Juan Villoro.
El catálogo de productos audiovisuales también ofrece cursos, sobre historia de la Revolución por ejemplo, talleres, como el de periodismo narrativo a cargo del fundador de la brigada, y análisis acerca de diversos personajes y sus hazañas en ámbitos como el literario, el periodístico o el cinematográfico.
La organización busca generar conciencia sobre diversos problemas sociales y sembrar conocimientos para elevar la calidad del debate y de la crítica en torno a temas de interés en territorio nacional.
CONSTRUIR
A lo largo de ocho años, la Brigada para Leer en Libertad ha llevado a cabo más de medio millar de actividades artísticas y culturales. En cada una de ellas, alguno de sus más de 150 colaboradores invita al público asistente a desarrollar el habito de la lectura.
“Un pueblo que lee, es un pueblo constructor de pensamiento crítico, un promotor de utopías. Un pueblo que conoce su historia y se apropia de ella, se sentirá orgulloso de sus raíces. La lectura socializa, comparte experiencias e informaciones”, explica Paloma Sáiz en un mensaje disponible en la página de la Fundación Rosa Luxemburgo, uno de los aliados de la BLL.
Grupo de lectura. Foto: Biblioteca Pública Municipal “Federico García Lorca” de Villanueva del Ariscal
La activista expone que “los libros nos permiten entender la razón que nos constituye, nuestra historia, y hace crecer nuestra conciencia más allá del espacio y el tiempo que fundamenta nuestro pasado y presente”.
En el ámbito de la vida en sociedad, Sáiz describe al hábito lector como un agente capaz de generar mejores ciudadanos.
“Gracias a los libros aprendemos a creer en lo imposible, a desconfiar de lo evidente, a formar pensamiento crítico, a exigir nuestros derechos, a cumplir con nuestros deberes como ciudadanos”, sentencia.
La lectura, defiende la activista, influye en el desarrollo personal y social de los individuos y sin ella, no hay sociedad que pueda progresar. La brigada pues, combate los niveles de analfabetismo existentes en el país y los malos indicadores en lo que respecta a ese poner los ojos en letradas páginas.
La evaluación de los brigadistas es clara: para alcanzar la democracia, un país tiene que dar a sus ciudadanos acceso a educación, salud, habitación, empleo y cultura. La lectura y al mismo tiempo la escritura son básicas para el desarrollo pleno del ser humano y para tener una sociedad más igualitaria. También tienen al continuo acto lector como “el gran formador sentimental”.
En este proyecto de Paloma Sáiz y Paco Taibo II buscan generar más lectores, también entendidos como constructores ideológicos y promotores de utopías.
Los libros, enuncian en la asociación, ayudan a concebir la innovación y a afinar el razonamiento. En otro de sus valiosos servicios otorga armas a los ciudadanos para participar y enfrentarse a su realidad.
