Con 45 años de exitosa carrera en la radio, Héctor Martínez Serrano es escuchado en todo el país y el extranjero, en la comarca preferentemente. Como defensor del idioma español, no tolera a los fanáticos del inglés que dicen "okey", "baaay" y les recuerda que estamos en México, no en Estados Unidos.
Culto empírico -me imagino para no perder la impresión inicial- humorista serio, lector fluido de las noticias periodísticas del momento, es a la vez abrigo de las almas en pena y regañón con sus cantantes cuando les falta voz para alcanzar las notas altas, toma muy en cuenta los comentarios de sus colaboradores y los escucha con detenimiento luego de dar lectura a los mensajes que los generó, Tiene el atrevimiento sin que nadie proteste, de interrumpir a los intérpretes mal entonados y los hace repetir la canción fallida.
Conduce las emisiones en una forma muy peculiar: arroja los mensajes por aire, en lugar de entregarlos mano a mano a cada cantante solicitada y cada rato muestra un reloj de mesa para que la congregación que lo rodea pronuncie a coro el tiempo que se está viviendo. Creí en un reloj de pared, pero no, Martínez Serrano maneja el momento con el pequeño despertador en la mano a manera de batuta. "El Nopalitos", "Mi amiga la mesera", "Mucho Hugo gusto, quiero decir "Mucho gusto Hugo", le dan más sabor al caldo.
Llama la atención que en la narración de las grandes tragedias -avionazos, bombazos terroristas, caída de puentes-, mantiene el mismo tono de voz, lacónico y profesional. Su habla es única en el mundo radiofónico, de modulación inconfundible. Se auxilia en un diccionario que maneja Adelita, la de Torreón, para descifrar palabras y afirman que se dice sauz y no sauce, sin precisar que uno es el nombre y el otro una derivación. Tiene una larga experiencia en la radio -45 años a partir de la XEW, y tal enseñanza lírica permitió perfeccionar su oído musical y se acuerda de todas las melodías nacionales y extranjeras. Platica con las niñas y los niños que le llaman por teléfono y les pregunta lo de siempre: ¿Ya vas a la escuela?, lo menos que quieren escuchar los chamacos.
Le encanta rodearse de mujeres bien formadas: 22 en la fotografía de presentación por internet de las damas y de 12 hombres vestidos como caballeros, una escena gráfica iluminada por las piernas cruzadas femeninas fabricadas en torno. Nuestro personaje cuenta con gran influencia en la radio y con mayor reconocimiento en el país -se lee en su página electrónica- creador de las emisiones radiofónicas "El Cochinito", "El Risámetro, "La hora del ranchero" (El Iurangato es una reminiscencia) y su transmisión más exitosa: "Buenos días"
Las damas cantantes -las que le dan fuerza y alegría a las presentaciones-, conservan su sencillez y no visten con presunción. Siguen el ritmo desde sus asientos moviendo con gracia hombros y cinturas y echan porras y palmas al intérprete en turno sea hombre o mujer. Además de divertido y alegre tiene sus episodios dramáticos como el que protagonizó una niña de diez años que le pide entre lágrimas la canción "Urge" con dedicatoria a su señora madre, fallecida en ese momento. Todos lloraron en el estudio y el intérprete Checo Padilla enmudeció. Martínez Serrano no se alteró, pero del mismo modo fue visible su sentimiento pesaroso. Su programa, por lo tanto, también hace las funciones de catarsis: descarga las emociones y purifica el espíritu.