Los recién casados acompañados por sus damas y caballeros de honor.
Cecy Contreras Villarreal y Alejandro H. Pineda se convirtieron en marido y mujer. La tarde del 4 de mayo, la Capilla de Nuestra Señora de los Ángeles lució bellamente decorada para recibir al cortejo nupcial encabezado por las damas: Viridiana Contreras, dama de honor, Cynthia Gutiérrez, Karla Lugo, Betzabé Villarreal y Claudia del Álamo. Caballeros: Jorge Pámanes, Juan Diego Hinojosa, Antonio Gurza, Ángel Hernández Pineda, Carlos Perroni, Diana Pineda de López y Pedro López fueron los padrinos de arras; Mirna Pineda de Acuña y Humberto Acuña, padrinos de anillos; Dora Alicia Flores de Contreras y Antonio Contreras, padrinos de lazo. El Sacerdote Pbro. Luis Servando Orozco ofició la eucaristía, donde Cecy y Alejandro juraron amor eterno, siendo acompañados por sus padres: Ángeles Villarreal Redondo Vda. de Contreras y Lorenzo Contreras Ulloa (f); Rosaura Pineda Armendáriz y Héctor Hernández Enríquez. Vistiendo un hermoso ajuar en tonalidad blanca con encaje bordado, corte campana, adornado con detalles de pedrería en falda y escote, la novia portó un ramo natural a base de rosas en tonos rosa durazno que hacía juego con su tocado en forma de tiara en dorado y un bello velo largo tipo catedral. Posteriormente, los invitados se dieron cita para ser testigos del enlace civil, que se llevó a cabo en Hacienda los Ángeles, siendo testigos del novio: Juan Diego Hinojosa Sandoval y Jorge Pámanes Martínez, y de la novia, Javier y Carmen Villarreal Redondo. Con el tema Tightrope del musical El Gran Showman, los novios pasaron al centro de la pista para bailar el tradicional vals. El Sonidero fue el encargado del set musical, para darle paso a la cena: pollo cordon bleu acompañado de pasta Alfredo y vegetales a la mantequilla. El pastel de bodas fue decorado por la novia con elementos naturales. Brandon y Rosario Alexander-Villarreal, Mirna y Humberto Acuña, Rosario y Carmen Villarreal Redondo, Perla y Alfonso Pineda, Carlos Perroni, Carlos y Marilú Pérez Villarreal, procedentes de distintas partes de la República, se dieron cita a la velada nupcial. El viaje de bodas fue una estancia en el Hotel Oasis Cancún durante una semana.