La última pieza. El presidente alemán Frank-Walter Steinmeier, centro, recibe un último y simbólico trozo de carbón de la mina.
El presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, presenció ayer el cierre del yacimiento de Prosper-Haniel, la última mina de carbón en Alemania, situada en la ciudad de Bottrpo, en la cuenca del río Ruhr.
"Para mí no es un día cualquiera. Vengo del Luxemburgo del acero", dijo Juncker, quien evocó: "ayudé a mi padre, y a muchos otros obreros de la mina, a cerrar la última en Luxemburgo en 1981".
Con motio del cierre de la última mina alemana de carbón, Juncker recordó que la Comunidad Europea del Carbón y el Acero (CECA), puesta en marcha en 1950 entre Francia, la República Federal de Alemania, Italia, Bélgica, Luxemburgo y los Países Bajos, fue uno de los precursores de la actual Unión Europea (UE).
La CECA representaba un organismo supranacional para la explotación conjunta de recursos minerales en Europa.
"El acero y el carbón fueron materiales de guerra. Retirarles el acceso a ellas a las estúpidas fuerzas nacionalistas fue un gran logro de los europeos de la posguerra", señaló Juncker, para resaltar la importancia del organismo europeo y del sector minero-metalúrgico.