PERSONAJES. Unos 50 actores representaron la llegada de Jesús a Jerusalén, donde es recibido como rey. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Con esperanza y alegría se inició la Semana Santa con el tradición Domingo de Ramos, en el cual participaron varios actores en esta procesión, así como los jóvenes de la Pascua, encabezados por Julio Carrillo Gaucín, vicario general de la Diócesis de Gómez Palacio.
El sacerdote destacó que en esta ocasión para la Diócesis, la Semana Santa será especial y que la dedicará a pedir a Dios por la salud del obispo José Fortunato Álvarez Valdés, de quien esperan la pronta recuperación.
“Es necesario que se viva en un ambiente de silencio, recogimiento y contemplación, pero también de acción de gracias a Dios por la obra de su hijo y que sea una semana que sea muy provechosa para todos”, comentó.
Carrillo Gaucín explicó que los ramos y palmas son un signo de alegría, de cómo recibieron a Jesús como rey; que el sentido verdadero es que se recuerde que se tienen que abrir las puertas a Cristo para que entre al hogar y la vida de cada persona.