Convocan. Personas llegaron a un estacionamiento para dirigirse a la protesta.
Decenas de vehículos se acercaron lentamente a Mar-a-Lago, el lugar de descanso del presidente Donald Trump en Florida, la tarde de ayer con reggaetón y salsa retumbando a su paso. Tocaron el claxon y ondearon banderas puertorriqueñas desde las ventanas de sus autos y camionetas. Iban rumbo a una marcha a unos cuantos kilómetros para conmemorar el primer aniversario del huracán María.
A pesar del Sol abrasador, cientos de activistas se presentaron en el anfiteatro Meyer en West Palm Beach. Autobuses llenos de manifestantes llegaron desde Miami y Orlando. La multitud lucía animada. La gente se esparció en el césped y caminó con pancartas con frases como "Respeta Mi Gente" y "Justicia para Puerto Rico". A un lado del escenario, flotaba un enorme globo inflable de Trump en pañales. Personas hicieron fila para tomarse fotografías sacando el dedo medio al globo naranja.
Los organizadores del evento motivaron a los asistentes a votar en las elecciones de medio período de noviembre. Cualquiera que tuviera el micrófono decía a la gente que votara, que se registrara para votar y corriera la voz sobre la importancia de votar. "Conmemoramos las vidas que se perdieron", dijo Marcos Vilar, presidente y director ejecutivo de Alianza para el Progreso.