Cincinnati será el 26to equipo en la MLS

La MLS anunció ayer que Cincinnati será la sede de su nuevo equipo, el 26to que conformará esa liga de futbol de Estados Unidos y Canadá.

Con el anuncio, la MLS recompensó a una ciudad que ha impuesto récords de asistencia de aficionados durante tres temporadas en la United Soccer League, una categoría inferior. Además, hay ya un acuerdo para construir un estadio que albergue al nuevo club de Cincinnati.

"Ustedes han asombrado al mundo", afirmó el comisionado de la MLS Don Garber, ante cientos de hinchas vestidos de azul y anaranjado en una cervecería de la localidad.

Cincinnati se incorporará a la liga el año próximo. En una primera etapa, seguirá jugando en el estadio de fútbol americano de la Universidad de Cincinnati.

Un estadio para 21 mil espectadores, exclusivo para fútbol, se construye en un barrio de bajos ingresos en el poniente de la ciudad. Ese inmueble estaría listo para la campaña de 2021.

Esta temporada, se unió a la MLS el Los Ángeles Football Club, con lo que se elevó a 23 el número de equipos en la liga. Miami y Nashville obtendrán también nuevos equipos.

La MLS, que se ha planteado la meta de llegar a 28 equipos, comenzó a operar en 1996, con apenas 10. Había postergado por seis meses el otorgamiento de la franquicia al 26to club, debido a problemas sobre la propiedad de equipos y la construcción posible de estadios en tres ciudades candidatas: Sacramento, Detroit y Cincinnati.

Cincinnati superó a sus rivales luego que el concejo de la ciudad aprobó un proyecto de infraestructura por 34,8 millones de dólares el mes pasado, como parte del acuerdo para edificar el nuevo estadio.

La liga no ha decidido a qué conferencia se incorporará el FC Cincinnati el año próximo.

En el deporte profesional, ésta es quizás una de las pocas noticias positivas que ha recibido la ciudad. En el béisbol, los Rojos están en el tercer año de una penosa reconstrucción, y comenzaron esta campaña con la peor foja que hayan registrado desde la Gran Depresión. En el fútbol americano, los Bengals no ganan un partido de playoffs desde la temporada de 1990, la sexta peor sequía de este tipo en la historia de la NFL.