UNA BREVE REFLEXIÓN SOBRE EL SIGNIFICADO DE LA VIDA
"Lo importante no es el precio, sino del valor de las cosas". Facundo Cabral.
Como casi cada sábado en la mañana, la semana pasada me reuní en el café con mis amigos y ex compañeros de trabajo. Uno de ellos, David, el psiquiatra, nos dio la mala noticia sobre su esposa, quien acababa de recibir el diagnóstico de cáncer pulmonar. Con tristeza, David compartió sobre el tratamiento que su esposa estará recibiendo y la reacción optimista de ella sobre su condición médica. Mas que concentrarnos en la parte negativa de la experiencia, reflexionamos sobre el sentido o significado sobre la vida. Preguntas y comentarios sobre el propósito de nuestra existencia, es decir, porque estamos en este mundo, donde hemos estado y que hemos estado haciendo, y en qué dirección estamos encaminados, surgieron durante la plática.
Para mí, este tema resultó ser familiar, ya que después de interactuar con pacientes con enfermedades crónicas e internados en un centro médico penitenciario, tuve la oportunidad de dialogar con gente que se consideraban "en la última etapa de sus vidas", y reflexionaban con frecuencia sobre lo que habían logrado, la experiencia de estar sufriendo una enfermedad seria y en lo que les quedaba de vida.
El tópico del significado de nuestra existencia es difícil de abordar porque implica una conversación profunda e íntima debido a que se habla de asuntos generalmente abstractos o idealistas y personales. Por abstractos o idealistas, me refiero a temas filosóficos y religiosos o espirituales, los cuales en ciertos círculos sociales son considerados tópicos aburridos o tabú.
El sentido de la vida ha sido ampliamente estudiado por diferentes culturas e ideologías incluyendo filósofos, religiosos y científicos con la intención de dar respuesta a la eterna pregunta sobre el propósito de nuestra existencia en relación con nuestras metas sociales, el concepto de la felicidad, y la noción de nosotros mismos o autoconciencia. Una buena reflexión sobre el significado de la vida nos ayuda a encontrar respuestas sobre quienes somos, porque valoramos lo que tenemos, cuál es la verdadera razón de vivir y cuál es la misión en nuestras vidas.
La filosofía y la religión han contribuido con perspectivas sobre ética y moralidad, el bien y el mal, el concepto de Dios, el alma y la vida después de la muerte, etc. Las aportaciones de la ciencia nos han dado explicaciones sobre el origen del universo, el origen de la vida, la evolución humana y la mente o conciencia como un resultado de actividad cerebral.
Todos en algún momento, especialmente a una edad madura, nos hemos preguntado si la vida que hemos llevado, y llevamos en el presente, ha valido la pena, independientemente de haber sido fructífera y exitosa, o que hayamos tenido problemas y fracasos, particularmente en las áreas de la familia, economía personal, salud, trabajo, etc. Personalmente, yo nunca había reflexionado detenidamente sobre el significado de la vida hasta que empecé a trabajar con gente enferma de gravedad, y en el momento de jubilarme. Mi primer contacto con este tema fue durante mi época universitaria en los años setenta cuando leí el libro "El hombre y la búsqueda de significado" de Victor Frankl, un psiquiatra y prisionero judío en los campos de concentración durante la Segunda guerra mundial. El libro me pareció en aquel entonces muy interesante, sin embargo, debido a mi misma juventud e inmadurez, no creo que haya alcanzado un nivel profundo de análisis. La experiencia del Dr. Frankl es un buen ejemplo de alguien que encontró significado a pesar de las condiciones inhumanas vividas durante el holocausto.
¿Cuál es la importancia de entender y reflexionar sobre el sentido de la vida? El Dr. Todd May, profesor de filosofía en Clemson University en un artículo publicado en el New York Times (septiembre 2011) nos dice que es necesario conocer los factores que nos permiten sentir que nuestras vidas valen la pena y determinar si en realidad las hemos vivido o las estamos viviendo en el presente. Por ejemplo, haber trabajado 40 años sin interrupción y haber acumulado bienes materiales han permitido una vida cómoda y feliz hasta cierto grado, pero no necesariamente nos proporciona significado si el trabajo no era satisfactorio.
De acuerdo a la psicóloga Jennifer Aaker de Stanford University, la felicidad no necesariamente está ligada al sentido de nuestra existencia. Están relacionadas, pero existen diferencias de importancia. Puedo estar inválido debido a una enfermedad que limita mis movimientos, por lo tanto, no soy una persona precisamente feliz, sin embargo, debido a lo que he logrado a nivel familiar, social, profesional y espiritual para una gran mayoría, siento que mi vida tiene significado. Le damos mucha atención a la felicidad y cómo lograrla, pero nos olvidamos del sentido de nuestra existencia. A diferencia del sentido por la vida, la cual nos proporciona propósito y dirección, la felicidad puede ser superficial y temporal.
El punto no es tanto lo que se ha perdido, sino lo que aún nos queda por aprovechar y disfrutar. Gracias por su interés en este artículo.
Pacopin552@sbcglobal.net
Por: Mtro. Francisco Pineda