LA IMPORTANCIA DE LA CONCIENCIA
En la vida diaria, tendemos a usar la palabra consciencia con cierta frecuencia. El uso de las expresiones: "estoy consciente de ello", "te remorderá la consciencia", "quedará en tu consciencia por el resto de tu vida", "lo que tu consciencia decida", "perdió la conciencia", etc., no son fuera de lo común. Usando estas frases como referencia, notamos que le damos a la palabra conciencia un sentido moral o ético, o el conocimiento claro de una realidad. A través del tiempo, la conciencia ha tenido varias explicaciones y se puede definir de varias maneras dependiendo de la perspectiva técnica. Aún sigue siendo un tema controversial, ya que se le considera un misterio en términos de su origen. En este artículo, el énfasis será el relacionado con el contacto con nuestra realidad.
En la actualidad, una de las perspectivas más aceptadas por varias profesiones, incluyendo la Psicología y la Medicina, presenta la conciencia como una actividad cerebral que permite a una persona darse cuenta de la realidad de su medio ambiente interno y externo. Por ambiente interno, quiero decir la experiencia o entendimiento de mí mismo (saber quién soy), y mi entendimiento de otras personas (saber quién eres). Por ambiente externo, me refiero a lo que percibo y entiendo de mis alrededores (lo que veo, huelo, oigo, siento y gusto). Así, estar consciente es darnos cuenta de lo que percibimos, lo que pensamos, lo que sentimos emocionalmente, lo que nos motiva, y de lo que somos como persona y que me hace ser "Yo". Conciencia implica sentir lo que ha sucedido, lo que está sucediendo, y lo que puede suceder dentro de nuestros cuerpos y nuestro medio ambiente.
Alfredo era un hombre de alrededor de 58 años. Ocho años atrás, estaba muy metido en la política y tenía una función importante en la campaña de un candidato importante. Alfredo era una persona muy conocida en la comunidad debido a su prestigio como hombre de negocios. Él era un persona con una capacidad de comunicación sobresaliente, muy creativo, y sagaz para los negocios. Por lo mismo, era una persona muy productiva y había logrado acumular buenos fondos para la campaña de un candidato de gobierno. Su problema fue que el negocio emprendido tenía que ver con actividades ilegales. El crimen cometido le había costado una sentencia de 10 años sin derecho a libertad provisional. Su caso había aparecido en las noticias del periódico y la televisión. Le conocí en una de los prisiones donde yo había trabajado y le perdí la pista cuando fui transferido a un Centro Médico.
Aproximadamente cinco años después de su admisión a la prisión, me lo encuentro nuevamente, pero esta vez como paciente después de un infarto cardiaco. El infarto le había dañado el cerebro afectándole su carácter de manera notable. De una persona amigable y platicadora, se había transformado en un huraño y sospechoso de los demás. De una persona muy dedicada a la religión católica, de pronto dejó de ir a los servicios religiosos. Debido a los cambios en el funcionamiento en su cerebro, la mente de Alfredo, específicamente su personalidad, había cambiado significativamente. Su conciencia o entendimiento de sí mismo y su entendimiento de otras personas eran diferentes.
El neurocientífico Antonio Damasio de University of Southern California explica en la revista Discover (edición de Diciembre 2010) que nuestras mentes son resultado de la actividad sistemática de nuestras células nerviosas, las cuales se organizan en circuitos microscópicos, formando así las funciones de diferentes partes del cerebro. Para el Dr. Damasio, la conciencia surge de la interacción organizada y en conjunto de estas partes cerebrales, asemejando una especie de mapa. Entonces, para él, la conciencia es un estado de esa mente creada por la actividad del cerebro: Cerebro ? Mente ? Conciencia.
Segismundo Freud, Neurólogo Austriaco, considerado el fundador del psicoanálisis a principios del siglo XX, describió la conciencia como procesos mentales que nos permiten darnos cuenta de nuestro medio ambiente como una realidad. Su teoría también incluía el inconsciente, el cual intentaré explicar la próxima semana en esta columna. Indudablemente, estas teorías contribuyeron en forma significativa y han sido de gran valor en el campo de las ciencias de la conducta, y aun siguen en práctica, sin embargo, muchos psicólogos han optado por teorías más objetivas, es decir, intervenciones más medibles y actualizadas.
La importancia de la función de la conciencia es que nos permite darnos cuenta de lo que sucede en nuestro mundo interno (mente) y el externo (medio ambiente) por medio de nuestros pensamientos, percepciones, motivaciones, sentimientos, y un entendimiento de mí mismo o quien soy Yo. Así que, ¿está usted consciente de la naturaleza de su propia persona, y la de otros a su alrededor?
Gracias por su interés en este artículo.
Pacopin552@sbcglobal.net
Por: Mtro. Francisco Pineda
