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LA DIFERENCIA ENTRE HACER LAS COSAS BIEN Y HACERLAS CORRECTAMENTELA DIFERENCIA ENTRE HACER LAS COSAS BIEN Y HACERLAS CORRECTAMENTE

Seguramente, la mayoría de los lectores asiduos a noticias en los periódicos, Internet, televisión, radio y otros medios de comunicación, incluyendo las redes sociales, se han encontrado con información sobre gente importante o de gran influencia pública que han sido sorprendidos cometiendo actos irresponsables o ilegales en sus puestos de trabajo o como ciudadanos. Me refiero a casos de políticos, líderes religiosos, ejecutivos de organizaciones públicas y/o privadas, artistas, deportistas, etc., quienes a pesar de su reputación socioeconómica sobresaliente, y en muchos casos, preparación académica superior, se ven involucrados en problemas éticos de bastante seriedad.

Estos individuos han mostrado ser responsables en sus trabajos, con sus familias, devotos a la iglesia y buenos vecinos. Gente que quizás es vista como personas de "moral intachable" en sus comunidades, pero que por "debajo de la mesa", en un grado menor o mayor, llevan otro estilo de vida y también resultan ser adúlteros, corruptos, abusivos, depravados o malhechores en general. Muchas de estas personas son sorprendidas in fraganti, otros encuentran la manera de evadir la justicia y otros simplemente nunca son atrapados "en la acción".

Estas son personas que han estado haciendo bien las cosas en términos de sus responsabilidades, pero que éticamente no están haciendo las cosas correctamente de acuerdo a la ley y los códigos morales establecidos por la sociedad en general. Por ejemplo, aquel individuo quien explota a sus trabajadores y les paga su salario mínimo a tiempo, y de acuerdo a la ley, pero los trabaja diez horas diarias intensamente y les paga sólo ocho. O el vendedor de carros que vende un vehículo a un precio justo y atractivo, pero no menciona que el carro tiene un defecto en el motor. O el ejecutivo de una empresa quien está logrando buenos resultados en el negocio, pero se esta aprovechando sexualmente de algunos empleados. O el padre o madre de familia que tiene relaciones extramaritales. Dependiendo de las circunstancias ambos conceptos, hacer las cosas bien y correctamente son esenciales. Un negocio necesita del primero para sobrevivir, y normalmente ambos se pueden lograr a la vez. Un matrimonio podría fracasar si el compromiso conyugal no se hace correctamente, es decir, si ciertas normas morales no son respetadas.

Hacer las cosas bien y de acuerdo a ciertas medidas o especificaciones tiene que ver con métodos y/o procedimientos los cuales son muy necesarios en el manejo de un negocio y muchas tareas de nuestra vida diaria. Una compañía de negocios necesita métodos y procedimientos para crear productos de manera eficiente y de buena calidad. Una persona cocinando en casa tiene que seguir cierta receta (procedimiento e ingredientes a utilizar) para producir una buena sopa de verduras. Por otro lado, hacer las cosas correctamente está relacionado a un elemento moral en donde nuestra capacidad de juicio es esencial para determinar si algo está hecho de acuerdo a ciertas valores o normas morales, no solamente bien hecho. Esta capacidad de juicio, la cual utilizamos en nuestra vida diaria, depende de cada persona y la influencia de la cultura en que uno vive. Por ejemplo, lo hecho bien o correctamente con respecto a los derechos y obligaciones de las mujeres es algo diferente en algunos países del medio oriente en comparación con algunos países occidentales como México.

Existen sistemas de valores y reglas que son instintivas y universales donde quiera que estemos en el mundo, por ejemplo, el respeto por la vida y la dignidad humana (no matar o torturar a otra persona). Para aquellos que practican la religión cristiana estas normas y valores estarían contenidas en los diez mandamientos, por consiguiente, cualquier persona genuinamente cristiana que las viole, en teoría, no está haciendo las cosas correctamente. Hacer las cosas simplemente bien y de acuerdo a las instrucciones, sin importar su aspecto ético, es fácil de hacer, ya que los limites son mínimos. Hacerlo bien y correctamente incluye mas que esas instrucciones e implica buena conducta, lo cual requiere un carácter maduro, bien centrado y ser firme en lo que uno cree.

Todos de algún modo u otro hemos sido parte de situaciones incorrectas. Algunas muy simples y otras mas complicadas. Hacer las cosas correctamente no siempre es una cosa fácil, ya que puede involucrar tentación y necesidad de control físico y emocional, especialmente si estamos en una posición de poder o de alta responsabilidad como el líder de una organización o de una familia.

Una conducta perfecta para mí no existe. Errar es humano, y aún las personas consideradas "muy buenas", caen en situaciones incorrectas. Podemos estar muy cerca a ser idealmente responsables y leales con nuestros principios, integridad, valores y ética, pero decir que seamos totalmente correctos no es humanamente posible. Pero por supuesto, si tuviera que escoger entre las dos opciones, me inclinaría a hacer las cosas correctamente, ya que me libera de preocupaciones y estrés y me trae paz y tranquilidad. Cuando actuemos hagámoslo de acuerdo a la ley y las reglas morales de los grupos a los que pertenecemos, especialmente nuestra familia. De ninguna manera, estoy sugiriendo presentarme como un "santurrón". Simplemente propongo actuar con una mente abierta y pragmática en nuestra conducta y ser congruentes. Gracias por su interés en esta columna.

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