EL ESPÍRITU DE LAS CELEBRACIONES DECEMBRINASEL ESPÍRITU DE LAS CELEBRACIONES DECEMBRINAS
La celebración navideña seguramente trajo para una gran mayoría buenos momentos de regocijo y alegría. Independientemente de nuestras inclinaciones espirituales o religiosas, es parte de nuestra cultura occidental celebrar en diciembre la Navidad y el Año Nuevo. Para algunos, estas celebraciones significan una conexión espiritual profunda, para otros, estos días son simplemente días de fiesta y alegría familiar y social, y para muchos otros, una combinación de ambas.
Muchos nos preparamos con anticipación para lo que consideramos unas de las celebraciones mas importantes del año. Para muchos, estos días son oportunidades de pinos y decoraciones navideñas, de luces, de viajar, de reunión familiar, de comer y tomar bien, (a veces, quizás mas de lo normal), de comprar, dar y recibir regalos, de ir a la iglesia, etc. De fiesta en general. A esta esencia, que genera ánimo y energía para la festividad y celebración, le llamo "espíritu de las celebraciones decembrinas."
Desafortunadamente, para otros, estos días quizás están siendo difíciles debido a alguna circunstancia particular, por ejemplo, la experiencia reciente de la pérdida o ausencia de un ser querido, alguna decaída física o emocional, o quizás una complicación financiera.
Además del aspecto material y comercial, esta época también incluye momentos de reflexión espiritual, de introspección y análisis sobre nuestras circunstancias, y de nuestro bienestar y la de otros, a pesar de nuestra situación buena o difícil. De agradecimiento sobre lo que logramos durante el año, y pensar en las dificultades que enfrentamos también. Para muchos, el fin de año nos permite reflexionar sobre cómo mejorar durante el año que viene por medio de los propósitos que nos generamos. Pensamientos optimistas que nos brinden aliento para cambiar nuestro estilo de vida, y un deseo genuino de mejorar por el bien nuestro y de aquellos a quienes queremos.
Con frecuencia, las cosas no resultan de acuerdo a lo que nos proponemos, ya que los planes quizás no fueron suficientemente realistas, por ejemplo, reducir de peso, cambiar a un trabajo mejor, solucionar algunos conflictos, etc. Sin embargo, el simple hecho de tener las buenas intenciones de mejorar y estar en control de nuestro destino es siempre positivo. Estoy de acuerdo en que este tipo de auto análisis deberá crearse a través del año, sin embargo, los días festivos decembrinos se prestan mas para ello, y de ahí su importancia. Las inspiraciones durante esta época de celebración, a diferencia de otras durante el año, tienen la peculiaridad de profundizar un poco mas sobre prosperidad y realización. A muchos nos permite examinar nuestras vidas, o existencia en general, y buscar maneras de encontrarles un mejor significado especialmente en el área familiar, de salud, de trabajo, amistades, bienes materiales, satisfacción consigo mismo, etc. Algunos se sienten satisfechos con lo que tienen, pero otros desean más progreso. Para mí, este es el verdadero espíritu de la época. La esencia de la Navidad y el Año Nuevo debe ser precisamente esa: una buena reflexión sobre nuestra espiritualidad y nuestra existencia, y la de aquellos que nos rodean. Lo importante es que durante la preparación de la alegría y fiesta, y durante la celebración, no perdamos de vista este aspecto reflexivo.
En resumen, el espíritu de las celebraciones decembrinas deberá ser también una oportunidad de pensar sobre un cambio de conductas que consideramos (u otros consideran) no deseadas o productivas y que tienen el potencial de mejorar nuestro destino. Esta reflexión de cambiar con el fin de mejorar por lo general tiene buena intención y es algo muy positivo. Espero que al final de este año, o al inicio del nuevo, nos demos un buen tiempo de reflexionar sobre algunos propósitos que ayuden a visualizar metas de acuerdo a nuestros recursos y capacidades. Le invito a disfrutar el inicio del año en paz y quietud, o en fiesta, y a echarle ganas con los propósitos de bajar de peso, comer saludable, hacer mas ejercicio, ahorrar más, leer más, controlar á el enojo y los impulsos, y darle más tiempo a la familia. La meta deberá ser cumplir lo más que se pueda con lo que nos propusimos, sin embargo, algunos resultados favorables siempre serán buenos. Gracias por su interés en esta columna semanal durante un año productivo de artículos. ¡Feliz Año Nuevo!
