Desde hace más de 16 años, Domingo Gómez ha dedicado su vida a la construcción.
Con discada y unas cervezas bien frías celebró ayer el Día de la Santa Cruz junto a sus compañeros.
Rompe mitos
En la obra es el "maistro mayor", es decir, el responsable de la plantilla de trabajadores.
En total son 25 las personas que están a su cargo, con quienes dice no tener mano dura, "únicamente les digo lo que es".
Domingo, de 55 años de edad, rechaza que los cigarros de la llamada "mota" o marihuana sean necesarios para aguantar y hacer un buen trabajo, por lo que en su grupo de trabajo están prohibidos.
"Los descansa uno (si son sorprendidos), es problemático eso, pero no es verdad que se requiere para relajarse, nosotros no lo usamos y andamos trabajando bien", dice firme.
Y en temporada de calor, sobre todo en la Comarca Lagunera en donde el termómetro rebasa hasta los 40 grados centígrados, dice que un buen vaso de agua fría basta para aguantar las elevadas temperaturas.
"Cuando no tenemos luz, nos cooperamos y traemos hielo, cinco pesos diarios. Sí está difícil, pero no hay de otra, tenemos que trabajar", comenta don Domingo, originario de Matamoros, Coahuila.
Las jornadas son largas y la paga no es la mejor, pero asegura que es necesaria para mantener a su familia, compuesta por su esposa y dos hijos, quienes cada vez que sale de casa, le dan su bendición.
"Sí están bajos (los sueldos), pero donde quiera está igual", por fortuna, dice, "a nosotros nunca nos ha faltado el jalecito".
Su trabajo tiene sus riesgos, desde caer de grandes alturas hasta sufrir alguna descarga eléctrica, pero asegura nunca haber sufrido algún percance de esta naturaleza.
"Tiene uno sus riesgos cuando anda uno arriba vaciando (concreto), cerca de la luz, son riesgos, (pero) todo con precaución se puede".
En su lugar de trabajo actual, lo único que ha sufrido su personal, es que se encaje clavos en sus pies.
Todo sacrificio se compensa al final de la semana.
Y es que al salir de trabajar, el sábado a mediodía, siempre guarda parte de su salario para sus cervezas, el resto, dice, es "para mi esposa".
Celebración
Cuenta la historia que Santa Elena, madre del emperador Constantino, le pidió permiso para buscar en Jerusalén la cruz en la que murió Jesús.
Después de muchas y profundas excavaciones, se encontraron tres cruces.
Como no se podía distinguir cuál era la cruz de Jesús, llevaron a una mujer agonizante, quien al tocar la tercera cruz, la enferma recuperó instantáneamente la salud.
Fue así como Santa Elena, y el obispo de Jerusalén, Macario, y miles de devotos, llevaron la cruz en piadosa procesión por las calles de Jerusalén.
16 AÑOS
Son los que tiene don Domingo trabajando en la obra para atender a su familia.
Con cruces
En México, cuando los primeros evangelizadores llegaron a este país, ponían cruces en las nuevas construcciones de iglesias, conventos y casas de oración.