¿Cuántas personas están desmotivadas en su trabajo? Si no te gusta tu trabajo, no estás solo. Un total de 25 millones de trabajadores, encuestados en 189 países ha dado como conclusión que solamente el 13% de los trabajadores se siente comprometido con su trabajo, lo hacen con pasión, están conectados con su empresa, traen la camiseta puesta e innovan e impulsan a la organización.
El 63% de los trabajadores no están contentos, son como sonámbulos en la empresa, le ponen muy poca energía a su trabajo y están deseando a diario que ya llegue la hora de salida. Pero hay una conclusión peor: un 24% de los trabajadores está activamente descontento, odian su puesto y les meten zancadilla a sus compañeros.
Si sumamos a los descontentos y a los activamente descontentos, ello nos da la alarmante cifra de 87% de trabajadores de todo el mundo que están emocionalmente desconectados de sus trabajos, con pocas posibilidades de ser productivos. Para casi el 90% de los trabajadores del mundo, el trabajo es más una fuente de frustración que una de satisfacciones.
En América Latina, México se encuentra en los últimos lugares de la tabla con tan solo 12% de los trabajadores completamente satisfechos con su trabajo, 60% desconectados y no comprometidos y un 28% de trabajadores que odian su trabajo.
El descontento y la desmotivación en el trabajo muestran síntomas inequívocos de que esa situación existe en la empresa. Estos síntomas que mencionaré son el resultado de una investigación de Hispanic Synergy Florida Group.
Uno de los síntomas más fáciles de detectar es la llamada "zombificación", su presencia es obvia, cada momento que pasamos cerca del trabajador o cuando lo vemos, parece estar en un estado de suspensión temporal, como si le hubieran dado click a su botón de "pause". Se la pasa viendo la misma pantalla, el mismo documento o, sencillamente, viendo hacia el infinito, perdido en el espacio. Parece zombie.
Falta de iniciativa. Se le pide un informe, y luego de cinco o seis días, al preguntarle si ya lo terminó, contesta que sí. No tuvo la menor iniciativa de informar que ya lo tenía listo. Cuando el trabajador tiene ganas de trabajar, siempre tendrá iniciativa para mostrar que está haciendo un buen trabajo, quizá se le aparezca al jefe hasta en la sopa con tal de que su trabajo se note.
El efecto camaleón. Muchos trabajadores desmotivados saben hacerse invisibles, como si usaran camuflaje para no ser vistos. Un trabajador desmotivado evitará tomar las riendas de un proyecto, realizar actividades en grupo o liderar un equipo. Simula que trabaja en algo importante y a veces se esconde.
Bajo rendimiento y baja calidad. Es normal que los trabajadores no sepan utilizar una herramienta -por ejemplo, Word, o Excel o power point-. Pero si saben las cualidades por las que se les contrató, deben de entregar un trabajo presentable y de calidad. Existen muchas formas de detectar que un trabajador está teniendo bajo rendimiento. Tomando en cuenta lo anterior y además la falta de iniciativa para investigar como presentar mejor un trabajo, la desmotivación es evidente.
Mala vibra. Muchas personas emanan, transpiran, una actitud muy negativa cuando están desmotivados, se les nota desde lejos. Posturas y gestos negativos, miradas y formas de expresarse, un trabajador desmotivado presenta muchos síntomas de negatividad. Y además contagian a los demás.
Si señor. Cuando alguien dice si, señor, pueden aparentar que es un optimista, pero si dice que si a todo, puede ser una persona desmotivada. Un trabajador desmotivado, se reduce simplemente a decir que si a todo, acatar la orden y seguir con su día.
Claro que debemos tomar en cuenta que muchas veces las personas pasan por situaciones complicadas en su vida y ello las puede desmotivar temporalmente. Aunque todos podemos tener un mal día o una mala semana, los síntomas de una desmotivación crónica son muy evidente y se tienen que tomar acción es al respecto.