Si estás en un trabajo desde hace varios años en una empresa y sigues en el mismo puesto, haciendo lo mismo y con poca o nula satisfacción profesional, quiero darte algunas sugerencias para que prepares tu ascenso de forma muy sólida. Pero primero, algo debe quedar muy claro: tienes que aprender a fregarte bonito.
El poder organizacional depende de lo que sabes hacer bien y, sobre todo, de que te decidas a hacerlo. No tienes un trabajo "así nomás". ¡Así lo tienes tú! ¡Despabílate, ponte las pilas, agarra la onda! Si en este mes haces en tu trabajo algo que no acostumbras a hacer, para mejorar, tu puesto ya habrá cambiado, porque tú lo quisiste cambiar.
Te aseguro que tu puesto actual tiene muchas dimensiones de mejora, si te juntas con gente que sabe, con expertos, dentro y fuera de la empresa y te haces amigo de ellos, ellos te ayudarán a entender mejor las áreas de mejora de tu puesto. Si no se te ocurren mejoras, pregunta, investiga, asesórate, no pierdas tiempo. ¿De verdad quieres subir de puesto?
Desafortunadamente, en el trabajo no estamos acostumbrados a pensar en las áreas de mejora de nuestro puesto, pensamos sólo en las funciones y responsabilidades, aunque no tengamos claro lo que debemos hacer ni la forma en que lo hacemos. Subir de puesto tiene que ver con hacer crecer nuestro puesto actual y nuestro puesto actual crece cuando hacemos de muchas maneras mejores cada una de las actividades que hacemos
Por ejemplo, ¿cómo se puede mejorar un reporte? Se puede mejorar dándole más exactitud, que los datos que contenga sean lo más exactos posible. En cuanto a tiempo, se puede mejorar procurando hacerlo de forma que consuma menos tiempo de los demás. Podemos mejorar entregándolo antes de lo esperado, podemos hacerlo más completo, incluyendo otras cosas pertinentes. Se puede mejorar si incluyes sugerencias de acciones preventivas o correctivas. Puedes desglosar el reporte para que varios departamentos de la empresa lo puedan utilizar, con los datos que a ellos les interesan. Tu reporte también mejora si incluyes algunos datos de la competencia para comparar la forma de trabajar de tu empresa con la de ellos.
Además, también dentro de la empresa hay emprendedores sin dejar de ser empleados. En una empresa hay empleados que son simplemente eso y hacen una función esperada y ordenada. Sin embargo, también hay empleados que hacen dentro de la empresa, labores de empresario. Además de hacer lo que se espera de su puesto, se proponen modificar los procesos, los productos y la forma de trabajar, y con ello realizan el trabajo de un verdadero empresario innovador.
Dentro de una empresa, una innovación ocurre de forma secuencial. Alguien se dio cuenta de que el mercado necesitaba algo, alguien más supo del desarrollo de nuevos materiales, y otro alguien integró las informaciones en una buena idea para desarrollarla dentro de la empresa. Pero ¡Aguas! Las buenas ideas muchas veces se quedan en eso, en buenas ideas, sin que nadie las ponga en práctica o las materialice en innovaciones. La pelota se queda a media cancha sin que nadie la mueva.
El trabajo y la función del empresario-empleado son convertir en innovaciones valiosas las buenas ideas que están bien fundamentadas en la ciencia, la tecnología y el mercado. El empresario-empleado saca adelante las buenas ideas y consigue que se hagan realidad.
Estudios al respecto revelan similitudes entre el empresario interno y el empresario externo. Se ha comprobado que ambos tienen una muy alta autoestima, se consideran capaces de aportar valor. Son capaces de convencer, tienen que convencer a mucha gente sobre la conveniencia de llevar a cabo las innovaciones.
Ambos empresarios, interno y externo, califican alto en la prueba que se llama "necesidad de logro". Desafortunadamente hay muchas personas que no sienten ni tienen necesidad de lograr nada en la vida,o si la tienen, sólo queda en simples deseos.
Lograr una innovación en una empresa es toda una faena. Siempre hay personas que se oponen, como buenos burócratas desean que todo siga igual. Una persona con baja necesidad de logro muy difícilmente aguantará los primeros golpes bajos de la oposición conservadora, y entonces pensará que no tiene necesidad de meterse en líos. "Mejor no le muevo, al cabo ni me lo agradecen", Mejor no hago olas", "Mejor me la llevo nadando de muertito".
Un empresario interno es enemigo del orden que paraliza, pero sólo es enemigo del orden que paraliza cuando ese "orden" es un muro que estorba para innovar y competir mejor. A las empresas les conviene proteger, valorar y recompensar a esos empresarios internos que luchan por competir más alla de sus responsabilidades ordinarias.
