La agencia especializada International Labor Organización (ILO), de las Naciones Unidas, fue fundada en 1919 para promover la justicia social para contribuir de esta forma a la paz universal. Tiene una estructura tripartita de gobierno en la que participan los gobiernos y las organizaciones de empleados y trabajadores. Recientemente, la ILO, en colaboración con varias organizaciones, incluida Gallup -empresa consultora estadounidense basada en investigaciones globales, fundada en 1935-, realizaron la investigación: Hacia un Mejor Futuro para Hombres y Mujeres en el Trabajo.
En el capítulo 3 de esta investigación, se muestran los resultados acerca de los más grandes retos para las mujeres en los trabajos de paga, manifestados en las propias palabras de los 149 mil hombres y mujeres encuestados en 142 países.
A nivel global, ambos, mujeres y hombres, mencionaron que el principal reto que enfrentan las mujeres en el trabajo de paga es el balance entre el trabajo y la familia. Lograr este balance es un reto muy significativo para las mujeres que trabajan fuera de casa. Si esta respuesta respecto a la dificultad de balancear trabajo y familia se agrupara con las respuestas: "horarios de trabajo poco flexibles" y "falta de tiempo para el cuidado de los hijos y de los familiares", el porcentaje total se eleva considerablemente.
Para las mujeres en trabajos de paga, las responsabilidades de cuidados familiares afectan en gran medida sus posibilidades de ingresos, su desarrollo de carrera y su preparación económica para el retiro. De acuerdo con la ILO, a las mujeres se les dificulta trabajar horarios prolongados y prefieren dedicar tiempo al cuidado de los hijos o los familiares enfermos y requieren tomar descansos para atender a sus bebés.
Los diez retos mencionados en las encuestas son: 1. Balance entre trabajo y familia. 2. Falta de tiempo para cuidar los niños y los familiares. 3. Tratamiento injusto en el trabajo (abuso, acoso y discriminación). 4. Horarios poco flexibles. 5. Falta de trabajos bien pagados. 6. Pago desigual para trabajos similares a los de los hombres o de igual valor. 7. Desaprobación de los familiares a las mujeres que trabajan fuera de casa. 8. Falta de transporte/falta de seguridad en el transporte. 9. Las empresas prefieren contratar o promover a los hombres. 10. Falta de habilidades, experiencia y educación.
Aun cuando las mujeres realicen el mismo trabajo que un hombre o un trabajo de igual valor, reciben, en promedio, una paga menor. La diferencia en la paga varía considerablemente en el mundo. Globalmente, la diferencia de paga es el 23%. La diferencia de paga no está relacionada con el nivel económico de una nación, algunos de los países con más alto nivel per cápita, se encuentran entre los que tienen más alta brecha de salarios. La brecha, tampoco se debe solamente a diferencias en educación, experiencia o edad. Una parte significativa de la brecha se atribuye a discriminación, consciente o inconsciente hacia la mujer. Si las tendencias actuales continúan, tomará 70 años eliminar la brecha.
No es sorpresa que los retos que enfrentan las mujeres en los trabajos de paga dependen de su situación de vida. Ellas ven los retos de manera diferente a través de la lente de su edad, educación y familia. Las mujeres jóvenes entre 15 y 29 años mencionan con más frecuencia el tratamiento injusto, el acoso y el abuso. Las mujeres entre 30 y 44 años mencionan con más frecuencia la falta de tiempo para el cuidado de los hijos y los familiares. Las mujeres de más edad mencionan con más frecuencia la brecha de salarios.
Las mujeres con educación universitaria, comparadas con las que tienen menor grado de escolaridad, mencionan con más frecuencia el balance entre el trabajo y la familia como reto. Las mujeres universitarias son las que mencionan más el reto de la brecha de salarios. Las mujeres de baja escolaridad (primaria o menos) mencionan con más frecuencia el reto de tener poco tiempo para el cuidado de hijos y familiares.
A nivel mundial, la seguridad personal en el transporte hacia el trabajo, en vehículos o caminando, es muy importante para las mujeres que tienen trabajos de paga, en especial para quienes trabajan en turnos. La percepción de poca seguridad es baja incluso en regiones altamente desarrolladas.
En el año 2016, por octava vez consecutiva, los residentes en América Latina y el Caribe son los que se sienten menos seguros en su comunidad, a nivel mundial. Con más altas tasas de homicidios que en cualquier otra región, la seguridad personal en América Latina y el Caribe, no ha mejorado en los últimos diez años. El 65% de las mujeres no se sienten seguras caminando solas hacia su trabajo o de regreso a casa.
La información contenida en esta investigación es muy útil para diseñar las estrategias que permitan lograr equidad de género en el trabajo, ojalá este estudio sirva para catalizar acciones innovativas para todos.