Todos queremos tener un buen trabajo. La anterior es una verdad descubierta hace más de diez años y sigue vigente. Pero hay un problema en cómo de define y se mide un buen trabajo. Existe una definición de lo que se considera un buen trabajo: 30 o más horas de trabajo consistente por semana, con un muy buen pago recibido de una empresa. Basado en esta definición, se estima que, de los 5 mil millones de adultos en edad de trabajar en el mundo, solo 1,300 millones (26 por ciento) tienen lo que se considera como un buen trabajo.
¿Cómo está el 74 por ciento restante? Mil millones están trabajando por su cuenta, 400 millones trabajan tiempo parcial y no quieren un trabajo de tiempo completo, 300 millones trabajan tiempo parcial, pero les gustaría tener un trabajo de tiempo completo, 250 millones están desempleados y el resto no forma parte de la fuerza de trabajo.
Existe otro problema con la forma de medir los aspectos relacionados con el trabajo: no hay aun alguna forma de medir la calidad del trabajo. Una economista global comentaba que su organización esperaba definir la forma de medir la calidad del trabajo basándose en dos métricas: el sueldo y las prestaciones. El problema es que ninguna de estas dos medidas refleja si el empleado ama u odia su trabajo. Lo anterior es importante ya que la mayoría de las personas que tienen un empleo de tiempo completo invierten la mayor parte de su tiempo en él. Entonces, las personas que tienen un empleo que no les gusta, consideran que tiene una vida menos placentera que las persona que no tienen trabajo.
Una forma de medir los aspectos intangibles de un empleo es a través de la medición conocida como "compromiso del empleado". Las personas que están comprometidas con su trabajo utilizan en él todas sus fortalezas y sus habilidades, saben lo que la empresa espera de ellos y creen firmemente que tienen un trabajo importante. Existe un cuestionario que determina el grado de compromiso de un empleado. Como resultado de la aplicación de este cuestionario en millones de empleados, se determinó que a nivel global solo el 14 por ciento de los empleados con buenos trabajos está comprometido con su empleo.
En los estudios realizados en diferentes países para determinar el grado de compromiso de los empleados con su trabajo y con la empresa para la que trabajan, México refleja un porcentaje menor al 26 por ciento global. De hecho, el estudio revela que en nuestro país el porcentaje de buenos empleos es de solo el siete por ciento.
El nivel de compromiso de los empleados es un reflejo fiel de la forma en que una empresa trata y motiva a sus empleados. El compromiso es un camino de dos vías, de hecho, el compromiso lo genera y lo impulsa la propia empresa. La diferencia entre tener que hacer lo que se debe hacer y querer hacer bien lo que se debe hacer, está definida por el nivel de compromiso del empleado.
El compromiso se presenta cuando en una persona surge una relación de afecto, un muy fuerte vínculo emocional que le motiva a entregarse sin límites, a traer bien puesta la camiseta, a identificarse con una empresa, con una misión, con una visión y con metas específicas. El compromiso laboral se identifica como el vínculo de lealtad mediante el cual el empleado quiere firmemente permanecer en la organización y su motivación no tiene límites.
El nivel de compromiso tiene tres componentes: el deseo de estar comprometido (compromiso afectivo), es una identificación psicológica del empleado con los valores y filosofía de la empresa. El empleado está muy convencido y acepta los objetivos y valores de la organización.
El compromiso de continuidad (Necesidad). La permanencia del empleado en la empresa depende de la percepción que él tiene respecto a lo que recibe de su trabajo en lo que se refiere a desarrollo, crecimiento y promociones.
El compromiso normativo (Moral), representado por el sentimiento de lealtad hacia la empresa motivado por los beneficios culturales, profesionales y familiares.
El nivel de compromiso de los empleados incide en la voluntad de permanencia y en el nivel del esfuerzo que el empleado está dispuesto a hacer para contribuir a los logros de la organización. Las empresas con empleados muy comprometidos tienen en promedio 29% más de utilidades, 50% más de clientes leales y 44% más posibilidades de sobreponerse a resultados adversos motivados por crisis externas.