"Tener tranquilo el ánimo y alegre el humor a las horas de comer y de dormir, es uno de los preceptos cuya práctica contribuye más a prolongar la vida."Sir Francis Bacon, filósofo, científico y orador inglés, canciller de Inglaterra.
En Monterrey la cultura de productividad y de uso de tecnologías con pantallas, además de las horas excesivas de trabajo, le dificulta a los regios el conciliar el sueño y no duermen lo suficiente. Estudios al respecto indican que la gente que vive en Monterrey duerme en promedio cinco horas diarias, pero la cifra podría ser menor, de acuerdo con el psiquiatra especialista en trastornos del sueño Héctor Olivares.
En ciudades donde la cultura de la productividad es alta, y en donde se usan mucho las pantallas electrónicas, los habitantes son más vulnerables a los problemas de sueño. Dicen que dormir es perder el tiempo. Pero en algunos países desarrollados como Japón, se les permite dormir una siesta ligera en el trabajo porque eso conduce a un menor índice de accidentes y a más productividad.
Como consecuencia de no dormir lo suficiente, el número de accidentes viales y laborales, así como problemas de depresión se presentan con mucha frecuencia y también están influenciados por los horarios y los largos tiempos de desplazamiento de ida y vuelta del trabajo.
Los trastornos del sueño pueden ser por enfermedad o por propia voluntad -por hábitos que nos impiden dormir-. El roncar y otros trastornos le provocan a la persona micro despertares durante la noche, imperceptibles, pero suficientes como para no dormir del todo bien. Si la persona ronca mientras duerme 8 horas, en realidad durmió 4.
El pasado 16 de marzo se conmemoró el Día Mundial del Sueño, como una alternativa para llamar la atención sobre la importancia de dormir diariamente lo suficiente. En Monterrey, Un grupo de médicos de diferentes especialidades se reúnen desde hace un año para enriquecer y fomentar este enfoque en sus diagnósticos, con ello se logra una mayor difusión acerca de la importancia de tener un buen sueño, ya que muchos padecimientos tienen su origen en la falta de calidad y tiempo de dormir.
Se ha visto en varias investigaciones que aquellos pacientes que tienen problemas para dormir se deprimen con más frecuencia comparados contra los que duermen lo suficiente, según lo afirma Ruth Saldívar, quien participa en las reuniones mencionadas.
Tener una buena noche de sueño es importante, pero muy pocas personas pasan ocho o más horas dormidas diariamente. La situación se complica más cuando se ingieren estimulantes como el café y las bebidas energéticas, si además se agregan el despertador y las luces de dispositivos electrónicos, con ello, el ritmo circadiano -el ciclo de vigilia y sueño- se altera,y vivimos con cansancio cotidiano.
Un panel de expertos en sueño de la National Sleep Foundation -Fundación Nacional del Sueño, con sede en Virginia-, recomienda las horas de sueño mínimas según la edad:
Recién nacidos (0-3 meses), entre 14 y 17 horas diarias. Bebés de 4 a 11 meses, entre 12 y 15 horas. Niños de 1 a 2 años, entre 11 y 14 horas diarias. Niños en edad preescolar (3 a 5 años), entre 10 y 13 horas. Niños en edad escolar 6 a 13 años), entre 9 y 11 horas. Adolescentes (14 a 17 años), 10 horas. Adultos jóvenes (18 a 25 años) 7 a 9 horas diarias. Adultos (26 a 64 años), 7 a 9 horas. Adultos de más de 65 años, mínimo 7 horas mínimo, por la noche.
Los expertos ofrecieron los siguientes consejos para lograr un sueño saludable y reparador: mantener un horario de sueño habitual, incluso los fines de semana.Practicar una rutina para dormir relajado.Hacer ejercicio físico a diario. Mantener condiciones ideales de temperatura, ruido y luz en el dormitorio.Dormir en un colchón y almohadas cómodos. De preferencia no ingerir alcohol ni cafeína cerca de la hora de dormir. Apagar los aparatos electrónicos antes de acostarse.
El insomnio puede reducir la estatura y aumentar el peso. La hormona del crecimiento es regulada por los patrones de sueño, por lo que los trastornos de éste último reducen el crecimiento. El sueño es un factor muy importante en la regulación neuroendocrina que, entre otras cosas, controla el apetito, por lo que no dormir bien tiende a engordar. ¡A dormir bien!
