Mark Twain dijo: "La palabra precisa tal vez sea efectiva, pero ninguna palabra jamás ha sido tan efectiva como un silencio preciso". Por lo general, dentro de toda organización existen líderes que no buscan el reconocimiento como tales, pero que por su naturaleza producen cohesión, aportan mucho para lograr un buen clima laboral y trabajan dando resultados de forma ejemplar.
No es común identificarlos, tienen bajo perfil y trabajan en silencio buscando que el equipo destaque. Por su naturaleza son buenos líderes, inspiran y dan confianza y no tienen como objetivo principal ocupar un rol más importante. Su energía está enfocada en enaltecer y promover los valores de la empresa, dando un muy buen ejemplo a los demás.
El líder silencioso se dio como resultado de la nueva sociedad del conocimiento y la información, desplazando el modelo industrial. Con los cambios tecnológicos, la nueva sociedad opera de forma compleja y por ello, necesita nuevas formas de liderazgo. Las habilidades que muestra este líder silencioso son: capacidad de escuchar, ser empático - intención de comprender los sentimientos y emociones, intentando experimentar de forma objetiva y racional lo que siente otro individuo- y provocar cambios en la forma de pensar y de actuar de los demás. Estos rasgos se alejan del estereotipo del directivo tradicional.
El líder silencioso no tiene como objetivo el ser reconocido como tal, pero cuando sus superiores se percatan de que sabe interpretar las necesidades de sus compañeros e interpreta correctamente las lecturas del entorno, le asignan más responsabilidades. Este tipo de líder sabe que antes de hablar, es necesario saber escuchar y evaluar → para luego expresarse, es un modelo ético, propone cambios y promueve una nueva cultura organizacional.
No son fáciles de localizar, tienen habilidad para pasar inadvertidos y el hecho de adaptarse muy bien a los equipos de trabajo, los hace muy difícil de localizar. La personalidad fuerte, la energía, el carisma y la pasión dejan de ser características de líder para dar paso a la humildad, el saber escuchar y el pragmatismo. Un estudio de Russel Reynolds -firma española fundada en 1981, especialista en servicios de consultoría en liderazgo- y Hoogan Assesments -empresa global fundada en 1987, especialista en certificaciones y programas de aprendizaje-, de más de mil ejecutivos, ha encontrado que estos nuevos rasgos están siendo hoy claves para dirigir las empresas del futuro.
Los fracasos en la alta dirección se deben principalmente a problemas de personalidad. Hoy, con análisis profundos con big data -captura, almacenamiento y análisis de grandes cantidades de datos-, se puede predecir el potencial de éxito de los directivos. Tradicionalmente, cuando una empresa decide promover a alguien a un puesto directivo, se suele premiar la capacidad de ser disruptivo -romper reglas y ser muy tenaz para conseguir objetivos importantes- y la ejecución orientada a la toma de riesgos, además tener liderazgo de equipos y capacidad para inspirar y motivar a las personas.
Otros rasgos menos obvios y menos visibles, silenciosos, como el pragmatismo -entender los escenarios en los que una determinada estrategia debe cambiarse para lograr los resultados deseados-, saber ser humilde, reconocer los errores, estar abierto al cambio y a la retroalimentación de información sobre uno mismo, y aprender de lo que su entorno le indica sin imponer siempre su propio criterio. Ser capaz de conectar con las personas promoviendo y generando ambientes de trabajo en los que se premia la colaboración y el logro de objetivos comunes.
Los algoritmos usados en el estudio encontraron una relación muy estrecha entre los indicadores silenciosos y los parámetros relacionados con la integridad y la resiliencia, valores clave para recuperarse de crisis y retrocesos inevitables.
No se trata de sustituir unos perfiles de liderazgo por otros, se trata de combinarlos de manera óptima para definir al mejor líder. Darles su justo valor a los valores silenciosos no significa que los rasgos fuertes ya no sean importantes, sino que es necesario tomar a los silenciosos más en cuenta al elegir a un candidato.