El gobierno de Trump arrebató la protección del Estatus de Protección Temporal (TPS) a 55,000 hondureños que viven en Estados Unidos. (ARCHIVO)
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, endureció ayer aún más sus posturas conservadoras sobre migración y venta de armas de fuego.
El gobierno de Trump arrebató la protección del Estatus de Protección Temporal (TPS) a 55,000 hondureños que viven en Estados Unidos y les dio hasta enero de 2020 para regresar a su país o buscar el modo de regularizar su situación migratoria.
En un comunicado, el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, anunció el fin del TPS que permitía a miles de hondureños residir y trabajar en Estados Unidos, aunque la suspensión no se hará efectiva hasta dentro de 18 meses, el 5 de enero de 2020, para favorecer una "transición ordenada".
El entonces presidente Bill Clinton (1993-2001) otorgó en 1999 el TPS a los hondureños que ya estaban en Estados Unidos debido a la destrucción causada por el huracán Mitch.
En Dallas, Texas, Donald Trump participó en la convención anual de la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por su sigla en inglés), a cuyos miembros definió como "verdaderos patriotas" y reforzó la defensa de las armas como "un derecho de libertad".
El mandatario, ante 80,000 miembros de la NRA, agradeció su apoyo "a los verdaderos patriotas estadounidenses" que defienden los derechos, la libertad y la "gran bandera de Estados Unidos", y que fueron uno de los grupos que más le avaló en las elecciones de 2016.
En el mismo acto, el presidente aseguró que las leyes de inmigración de Estados Unidos fueron escritas por "gente que realmente no puede amar" al país y reiteró la necesidad de acabar con la inmigración ilegal.