Postura. Jim Mattis aseguró que Washington busca una solución constructiva a la disputa.
El emplazamiento de sistemas de armas en islas artificiales en el mar Meridional de China está diseñado para intimidar y coaccionar a otras naciones en la región, señaló este sábado el secretario de Defensa de Estados Unidos, Jim Mattis.
En el marco del foro anual Diálogo de Shangri-La, que se celebra en Singapiur, el jefe de Pentágono criticó duramente a China y amenazó con acciones contundentes si la militarización continúa. Mattis específicamente llamó la militarización de Beijing a las acciones de defensa que realiza de las islas artificiales en el Mar del Sur de China, hogar de algunas de las rutas marítimas más transitadas del mundo.
"Somos conscientes de que China enfrentará una serie de desafíos y oportunidades en los próximos años, estamos preparados para apoyar las elecciones de China si promueven la paz y la prosperidad a largo plazo para todos en esta región dinámica", dijo Mattis.
Sin embargo, Mattis aseguró que Washington busca una solución constructiva a la disputa, "siempre que sea posible", y anunció que ha aceptado la invitación de Beijing para analizar la situación. No obstante, el secretario de Defensa aseguró que "a pesar de las afirmaciones de China de lo contrario, la colocación de estos sistemas de armas está directamente relacionada con el uso militar con fines de intimidación y coacción".
Mattis se refirió al reciente despliegue de misiles antibuque, misiles tierra-aire, equipos electrónicos de alta tecnología en las islas Spratly, y el aterrizaje de aeronaves de bombardeo en Woody Island.
El domingo, dos buques de guerra de la Armada estadunidense navegaron cerca de un puñado de islas en disputa reclamadas por China en la cadena de la isla Paracel, al este de Vietnam, en un movimiento que provocó la ira de Beijing. "Creo que hay una desconexión fundamental entre la forma en que los tribunales internacionales han examinado estas aguas; estas aguas nos parecen aguas libres y abiertas", dijo Mattis, al abordar la operación de libertad de navegación de la semana pasada. Mattis también atacó una de las disputas clave y antiguas entre Estados Unidos y China, el caso de Taiwán, que Washington apoya con equipos y servicios de defensa a Taiwán.
