La primera. la parlamentaria María Elisabetta Casellati fue elegida como la primera mujer que presidirá el Senado italiano.
El Movimiento 5 Estrellas y la coalición de derecha, las fuerzas que obtuvieron más votos en las elecciones italianas del pasado 4 de marzo, alcanzaron ayer un acuerdo para repartirse las presidencias de las cámaras del Parlamento, en espera de concertar el nombre del nuevo jefe de gobierno.
Luego de varios días de negociaciones, la parlamentaria María Elisabetta Casellati, del derechista partido Forza Italia, de Silvio Berlusconi, fue elegida como la primera mujer que presidirá el Senado italiano. Por su parte, Roberto Fico, del Movimiento 5 Estrellas (M5S, por su siglas en italiano), fue elegido al frente de la Cámara de diputados.
Las negociaciones, que duraban días, estuvieron a punto de romper la coalición de derecha que incluye a la Liga del Norte, a Forza Italia y al partido Hermanos de Italia, debido a que el líder de la primera, Matteo Salvini, había propuesto a una candidata a la presidencia del Senado sin la aprobación de Berlusconi.
Berlusconi, quien perdió a manos de Salvini el liderazgo de la derecha en los comicios del 4 de marzo, anunció anoche que esa iniciativa rompía su alianza con la Liga. Berlusconi había propuesto como presidente del Senado a Paolo Romani, boicoteado por el M5S, que le reclamaba una condena por peculado.
Ayer por la mañana la derecha y el M5S se pusieron de acuerdo y lograron destrabar la situación con la elección de Casellati y Fico, quienes por la tarde fueron recibidos por el presidente de la república, Sergio Mattarella.
El mandatario también tenía programado recibir esta noche al primer ministro saliente, Paolo Gentiloni, del centroizquierdista Partido Democrático, quien le presentaría su renuncia formal, pero quedará al frente del ejecutivo para los asuntos administrativos en espera de que el M5S y la derecha se pongan de acuerdo sobre el nombre de su sucesor.
Asimismo, se espera que en los próximos días Mattarella inicie las consultas con todas las fuerzas políticas, al final de las cuales daría el encargo para formar el ejecutivo a aquel candidato que pueda garantizar una mayoría parlamentaria.
