Descubre... Tepotzotlán
Arcos del Sitio.
Agencias
Sorprender a mamá es un reto, sobre todo si no queremos visitar el mismo restaurante de cada año o regalarle algo que nunca usará.
Quien quiera una celebración diferente y viva en la Ciudad de México, debería considerar la periferia de la capital. Más allá de los grandes edificios, hay lugares que cobijan por su tradición y construcciones con historia. El Pueblo Mágico de Tepotzotlán es uno de ellos.
Al llegar a la plaza central - tras cerca de dos horas de trayecto desde la CDMX - el camino empedrado es el que guía a los visitantes hacia algunos de sus restaurantes.
Con sus 50 años de vida, Los Virreyes es uno de los más antiguos. Ahí se prepara una gran fiesta para las mamás. Contarán con un servicio de buffet que incluye más de 35 platillos especiales: desde fruta hasta ensaladas, conejo en adobo o paella.
El costo por persona será de 225 pesos, y aunque no incluye bebidas, sí cuenta con refill de café de olla.
Si mamá prefiere algo del menú regular, una de las especialidades es la pechuga de pollo rellena de espinacas con queso de cabra, con un costo de 275 pesos. También, tienen el tradicional mole poblano con pollo y arroz.
Aquí se puede comer en la planta baja, pero desde la terraza, la vista seduce: con la plaza principal llena de vida gracias al colorido de los puestos de dulces y artesanías. Al fondo, el Museo Nacional del Virreinato y la arquitectura del Templo de San Francisco Javier - declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO - piden ser fotografiados. Aunque el restaurante está abierto a todo público, la recomendación es hacer reservación.
Otro lugar a visitar en Tepotzotlán son los Arcos del Sitio - con los restos del acueducto que se utilizaba en la época de la Colonia - además de admirar el paisaje, aquí se puede montar a caballo o detenerse y hacer un picnic en familia. A media hora de distancia, una parada imperdible está en la Presa la Concepción, cuya vista enamora a más de uno.
Ya de regreso al centro de este Pueblo Mágico, con suerte coincidirán con alguno de los grupos de música folclórica, danza o coros, que se presentan periódicamente, ya sea en la plaza principal o en los jardines del Museo Nacional del Virreinato.
Para llevar un recuerdo del viaje, un pan de queso recién horneado de aproximadamente 70 pesos es tradición; además, el Mercado Municipal de las Artesanías tendrá algo ideal para obsequiar a mamá.
Museo Nacional del Virreinato y la arquitectura del Templo de San Francisco Javier.
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