Difícil 2017
Curiosamente, López Obrador lanzó un Proyecto 2018-2014 mucho más moderado y sensato; prometió respetar la autonomía del Banco de México, la propiedad privada y mantener un gasto público equilibrado.
Todos los años son difíciles para los mexicanos, pero éste lo ha sido más que otros. Quizá lo peor de todo es que para algunos se trata del simple preludio a un 2018 todavía más complicado.
La economía mexicana creció en 2017 alrededor de 2.4 por ciento, ligeramente arriba del 2.3 por ciento de 2016. Una vez más se fracasó en el intento de alcanzar 3 por ciento o más. Se registró un aumento en los empleos formales de 1.1 millones de enero a noviembre. Los sueldos mínimos avanzaron por decretos gubernamentales, pero los salarios promedio quedaron atrás de la inflación, que con 6.63 por ciento anual en noviembre se encontraba casi al doble de 2016. Como muy pocos trabajadores formales ganan el mínimo (sólo 15 mil, después de que el IMSS hizo una limpia de empresas que declaraban trabajadores con el mínimo a los que en realidad les pagaban más), esto significa que hubo una pérdida generalizada en el poder adquisitivo de los salarios.
El 2017 se inició con una modificación del sistema de control gubernamental de la gasolina, lo cual llevó a un fuerte incremento en los precios que provocó disturbios y saqueos en distintos puntos del país. Los motines no llevaron a revertir la medida y el mercado del combustible quedó liberado completamente a finales del ciclo anual.
Éste fue el primer año de la presidencia de Donald Trump en los Estados Unidos y sus declaraciones y acciones buscaron a cada momento lastimar a México. El mandatario impulsó el muro en la frontera, aunque no logró que comenzara la construcción. Lo más peligroso, sin embargo, fue su decisión de ordenar una renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, la cual comenzó con constantes advertencias a México y a Canadá sobre una posible salida de Estados Unidos del acuerdo. Un informe del banco de inversión Goldman Sachs señalaba que, si Trump cumplía su amenaza de retirar a su país del TLCAN, la nación mexicana sufriría un fuerte golpe y el peso tendría una depreciación que lo llevaría a 24 unidades por dólar.
2017 fue de elecciones, pero también de preparación de campañas para 2018. El PRI ganó los comicios del Estado de México y Coahuila en medio de cuestionamientos y protestas y con un muy escaso margen de victoria; perdió Nayarit y los comicios municipales de Veracruz. Hace unas semanas recurrió a un destape tradicional para lanzar al primer candidato presidencial no militante del partido, José Antonio Meade. En cambio, Andrés Manuel López Obrador, primer lugar en las encuestas presidenciales, no tuvo nunca ningún rival en Morena. El PRD y el PAN estuvieron negociando una alianza buena parte del año.
El populismo tomó un papel protagónico en la política. Alfredo del Mazo, candidato priista en el Estado de México, tuvo como una de sus principales propuestas un 'salario rosa' a todas las amas de casa de la entidad. Ricardo Anaya, presidenciable del PAN, ha ofrecido una renta básica universal a todos los mexicanos por el simple hecho de ser mexicanos. Curiosamente, López Obrador lanzó un Proyecto 2018-2014 mucho más moderado y sensato; prometió respetar la autonomía del Banco de México, la propiedad privada y mantener un gasto público equilibrado.
La campaña vendrá acompañada de un mayor gasto público y político, pero también de incertidumbre. No sabemos si el próximo gobierno mantendrá las reformas estructurales o si el país tomará el camino del populismo.
Twitter: @SergioSarmiento