Divertida noche.
Museo Mural Diego Rivera.
Cinco experiencias en la CDMX
Agencias
Esta vez, el pretexto para reunirte con tus amigos no será un cumpleaños o un concierto, sino una clase de pintura que incluye cata de vinos, un tour temático en bicicleta que trata del amor entre Frida Kahlo y Diego Rivera, o la creación de tu propio helado de licor y nitrógeno en un laboratorio.
Amor sobre ruedas
Para revivir la historia de Frida Kahlo y Diego Rivera, hay que pedalear hasta San Ildefonso, donde la pareja tuvo su primer encuentro. Un historiador les mostrará el mural La Creación, el cual Diego estaba pintando en el momento que Frida entró al actual museo, construido por los jesuitas.
Las bicicletas se pondrán nuevamente en marcha, ahora rumbo a la Alameda Central, donde está el Museo Mural Diego Rivera, cuya pieza clave es Sueño de una tarde de domingo en la Alameda Central. El mural tiene un peso de 35 toneladas y fue realizado para un salón del antiguo Hotel del Prado, el cual desaparecería por causa del terremoto de 1985. El paseo, con anécdotas de amor y desamor de una de las parejas más reconocidas de México, dura dos horas e incluye una visita al Palacio de Bellas Artes.
Para quedarse helados
Romy y Federico Gutman crearon Helado Obscuro, la primera fábrica de helados, paletas y sorbetes con alcohol en México. Detrás de su sucursal en la colonia Roma, instalaron un laboratorio.
Con bata, gorra, goggles y guantes, tú y tres acompañantes aprenden a elaborar su propio helado, pero con nitrógeno, el cual acelera el proceso de congelación.
Las batidoras industriales mezclan los ingredientes que ustedes deseen; los expertos asesoran su trabajo para garantizar una buena combinación de sabores, texturas y el elemento mágico: un shot de alcohol. La experiencia dura media hora. Al final, pueden degustar su helado y llevarse la receta a casa.
Óleo sobre tela y vino
Dejen salir al artista que llevan dentro y tomen una clase de pintura al óleo. Para hacerlo más divertido, la galería Art & Sip, en Polanco, organiza una degustación de dos a tres vinos.
Se supone que cada trago irá revelando la personalidad del participante y los profesores podrán saber la gama de colores y figuras que la representa. A partir de este conocimiento, ustedes podrán plasmar una obra. A veces, las clases son temáticas, dedicadas a ángeles, perros, bosques o estrellas. La duración es de dos horas.
Sólo para golosos
Hagan más divertida su tarde de "cafecito", con una cata a ciegas de chocolate y café en la boutique gastronómica La Chocolaterie by Valka, en la Condesa. Con los ojos vendados, tienen que identificar sabores, aromas y texturas. Hay chocolates rellenos de jamaica y pistache. No faltan las formas creativas de budas o gemas. Al final de la cata, obsequian a cada uno una caja de chocolates. Duración: una hora y media.
Funeral de "a mentis"
No es broma, esta experiencia de teatro sensorial los lleva a imaginar e interpretar en qué parte del cuerpo se siente la muerte, si es de algún color o cuántas muertes se pueden sentir en una vida. Se trata de recrear metáforas con ayuda de sonidos, semillas y plantas para unir los recuerdos con algunas posibilidades del futuro. A través de la danza y cantos, los participantes interactúan con otras personas al interior de una casona de la colonia Roma. Ofrecen más experiencias, una de ellas sobre la música prehispánica y su relación con la naturaleza, en la que los visitantes serán guiados a través de tambores, luces y rituales de limpia. Todas las actividades se realizan con los ojos vendados y sólo pueden participar mayores de edad.
Helado Obscuro.
Poncho, Iván, Víctor y César.
Teatro sensorial.
Galería Art & Sip.
La Chocolaterie by Valka.
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