El jugador de Santos Jorge Tavares lamenta una falla de gol ante Toluca.
Santos Laguna fue chamuscado en el Nemesio Díez de Toluca por los Diablos Rojos, al sucumbir 2-0 con una pobre actuación en todas sus líneas.
Dos latigazos precisos de Sambueza encontraron la testa del colombiano Fernando Uribe, quien no perdonó a unos Guerreros, que aspiraban a una semana perfecta para colocarse en el liderato general del Clausura 2018.
La inesperada derrota albiverde, por lo que dejaron de hacer los dirigidos por Siboldi, los deja con 14 puntos en la segunda posición de la Liga MX y el próximo domingo recibirán al Cruz Azul, en la vuelta del portugués Pedro Caixinha a la Comarca.
El actual líder de goleo individual de la campaña, Djaniny Tavares, tuvo en el arranque del encuentro su anotación 11, tras un gran pase de Furch, pero el africano estrelló su disparo en la pierna de Talavera.
La indisciplina escarlata se hizo presente en la cancha, al grado que cuatro elementos mexiquenses, ya estaban pintados de amarillo por el silbante central Adonaí Escobedo, cuando el reloj ni siquiera marcaba los 20 minutos de juego.
Con algunas imprecisiones debido al mal estado de la cancha de la otrora Bombonera, el conjunto santista tenía la posesión de la pelota, cuando llegó la primera conexión entre Sambueza y Uribe.
Tras la apertura en el marcador, los locales se crecieron y estuvieron a punto de aumentar la ventaja, pero "Jona" Orozco estuvo atento, para evitar la caída de su marco.
Primero, en un remate de cabeza de Quiñones, donde la de gajos también pegó en el travesaño y luego, en un yerro defensivo, cuando la pelota le quedó de nueva cuenta al cafetalero, rechazando el riflazo de manera oportuna.
Para el complemento, Robert Dante metió al "Cabecita" Rodríguez al terreno de juego en sustitución de un Isijara que naufragó en la capital mexiquense.
Cuando el uruguayo parecía desequilibrar a los choriceros, llegó el segundo y definitivo gol toluqueño.
Al igual que el charrúa, ni Cortés ni Cris Martínez, quien se fue inmerecidamente expulsado, pudieron aportarle algo positivo a los laguneros, contagiándose de la casi nula operatividad en el terreno de juego.
Abella con una vistosa barrida, evitó el tercer gol de los Diablos, que se dedicaron a controlar más el esférico, ante las indicaciones de un Cristante nervioso, ubicado en la tribuna, debido a una expulsión de la fecha anterior.