Virtuoso. Wolf Hoffmann, guitarrista principal de Accept, deleitó a los miles de asistentes.
Con una puntualidad inglesa, decenas de bandas desfilaron por tres escenarios el fin de semana en el México Metal Fest III; los dos principales congregaron a la mayoría de la gente.
Más de 17 mil almas (según sus organizadores) asistieron al a tercera versión de este festival metalero en Monterrey que cada año crece y se consolida como uno de los más importantes en el territorio nacional.
El encuentro con el metal era una realidad.
Desde diferentes puntos del país, y otras partes del continente y del mundo, llegaron miles de personas apenas pasado el mediodía del sábado a la explanada del estadio de los Sultanes de Monterrey.
El calor y un cielo despejado presagiaban el "incendio" que habría de producirse más tarde, durante casi 13 horas de 'heavy music'.
De las bandas internacionales, fue I Am Morbid el en cargado de abrir los escenarios principales. Con un setlist basado en lo mejor de Morbid Angel (Blessed are the Sick, Eyes to See, Dominate...). Una vez abajo del escenario, David Vincent destapó una cerveza para mitigar el calor en la Sultana del Norte. "It's great! (es grandioso)", comentó sobre el festival.
Siguió el turno para el thrash refrescante de Municipal Waste, que con una manta de Trump dispárandose de fondo, puso a todos de cabeza. Literal, comenzó el 'mosh pit', 'wall of death' y algunos osados fueron a dar contra el suelo al brincar la barricada que los separaba del escenario.
Pero tocó el turno a Phil Anselmo con su proyecto Scour, el público ya había enloquecido. La presencia del polémico vocalista hizo desatar aún más la euforia. Incluso se sacó el chicle de la boca para aventárselo a sus fans, que pelearon por él. Scour tocó su 'black', pero al final cerró con temas de Pantera: Slaughtered y Strength Beyond Strength.
De ahí, a Napalm Death, tan esperados los ingleses. Como siempre, 'Barney' Greenway se volvió un demente con micrófono en mano. La voz de una generación del grind se esmeró en hablar en español para su público: "amor y paz", dijo en repetidas ocasiones. Su playera avalaba el mensaje. Pero su voz desataba una furia inusual, una voz contra el facismo. "Amor y paz", repetía Barney.
Y llegó de pronto el momento de oscuridad. Al tiemo que caía el sol, Dark Funeral tomó posesión del escenario, con la indumentaria acostumbrada, los rostros pintados y la seriedad de la ocasión, estos suecos no escucharon las voces en contra del "satanismo".
"La religión siempre nos ha querido controlar. Nosotros respetamos la libertad de elección, y aquí seguimos. A nosotros no nos podrán parar", respondió Lord Ahriman cuando se le cuestionó sobre la campaña en contra de la presentación de Marduk en el país.
La parte fuerte del festival venía en camino.
Primero, destrucción. La batería nunca sonó como con Destruction. Incesante galopeo acompañado de la maestría de sus guitarristas y la voz de Schmier con Curse the Gods... y lo que siguió.
Cannibal Corpse, atronador. Una carnicería. Los presentes disfrutaron en un 'mosh pit' interminable bajo los acordes de un 'death metal' sin contemplaciones. "Corpsegrinder" Fisher nunca dejó de mover su melena.
Y para muchos, el que imaginaron como estelar, Accept. La banda germana una vez en México tras año de espera ofreció uno de los mejores recitales de la noche; la respuesta de los miles de presentes lo decía todo.
Desde el inicio con Die by the Sword, Stalingrad y Restless and Wild, hasta los clásicos Princess of the Dawn, Midnight Mover, Metal Heart, Teutonic Terror y la épica Balls to the Wall. Aún quedaban un par de monstruos más.
Obituary, con ese metal "cavernoso" clásico de toda su trayectoria, sin moverle un ápice de su estruendo. Poderoso, más de una hora de auténtico 'old school'.
En el cierre, por fin y tras un "malentendido", Venom. Con lo mejor del Black Metal y Welcome to Hell, el epitafio perfecto a la celebración del metal en el país. Justo en el norte.
personas asistieron al MMFIII
en la explanada del Palacio Sultán.
‘A veces hay malos promotores’
En entrevista, integrantes de Municipal Waste manifestaron que tienen un gran imagen de México como país, aunque en una ocasión fueron víctimas de un mal promotor.
“No nos pagó”, recordaron, “aunque ni siquiera era mexicano, era de Brasil. México es un gran países y tienen grandes eventos, como el México Metal Fest. Nos gustó demasiado, la gente es muy prendida. Por supuesto que esperamos volver a dar un show aquí”.